La inquietud de Melilla con la inmigra- ción ilegal y el problema crónico de la Educación en esta ciudad no preocupan al Gobierno central hasta el punto de in- cluirlos en el orden del día de la sesión parlamentaria de hoy. El Ejecutivo de Zapatero, que se consume como una vela que se acaba, no dará expli- caciones sobre ninguno de estos dos asuntos en la se- sión que se celebrará en el Congreso de los Diputados y que pone fin a la actividad parlamentaria hasta la vuelta de las vacaciones. Para esas fechas, allá por el mes de septiembre, las clases estarán a punto de co- menzar y será tarde para aplicar medidas (si no lo es ya). Cuando empiece a dejar de apretar el calor, sona- rán como un eco lejano las palabras del ministro Gabi- londo reconociendo los malos resultados en los cen- tros de enseñanza de la ciudad. Pero será entonces, con la chiquillería de vuelta en las aulas, cuando el problema y la falta de soluciones se harán más evi- dentes.
A la vuelta de vacaciones, quizás las condiciones me- teorológicas hayan hecho desaparecer por sí solo el problema de la inmigración. Incluso puede que haya desaparecido el propio Gobierno y tengamos un Eje- cutivo en funciones porque el presidente Zapatero de- cida convocar elecciones en octubre. Esa es la fecha que se baraja ahora en los mentideros de Madrid.
La comisión que acuerda los asuntos a tratar y las pre- guntas en la sesión parlamentaria, con mayoría del Grupo Socialista, decidió dejar ambos temas fuera del orden del día. De este modo, no sólo las posibles solu- ciones serán una incógnita sino que incluso quizás el tratamiento de esos problemas en el Congreso no lle- gue hasta después de la campaña electoral, la celebra- ción de elecciones, la votación para elegir al nuevo presidente, la designación de ministros...