La Asamblea Mundial Amazigh (bereber) reúne este fin de semana en Tiznit (suroeste de Marruecos, en la costa atlántica) a cerca de 150 delegados de nueve países distintos, entre ellos, dos melillenses que son los responsables de la revista ‘Melilla y la cultura amazigh’. El resto de delegados procede principalmente del norte de África: Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Mali o Níger, aunque también hay de Francia y Bélgica. Durante tres días, se discutirá sobre el futuro del movimiento amazigh y sus derechos en el ámbito educativo, cultural y político.
Ismael Dris, editor de la revista melillense, explicó que este diciembre la publicación cumple un año de vida. Apuntó que tiene una vocación puramente divulgativa y didáctica, pues no se comercializa, sino que se regala.
Los imazighen tienen un reconocimiento muy distinto según en qué países. En Túnez y Libia fueron protagonistas de las revoluciones que tumbaron a las dictaduras, pero quedaron eclipsados en el proceso posterior; en Marruecos, la identidad y la lengua amazigh son reconocidas en la Constitución y se enseña en la escuela.