El año pasado se registraron 38 casos en Melilla. Sobre todo, a partir del segundo ciclo de Secundaria.
La Fiscalía de Menores de Melilla detectó el año pasado, respecto a ejercicios anteriores, un aumento en el número de expedientes incoados a alumnos absentistas (es decir, que se ausentan de las clases sin motivos justificados). A lo largo de 2012 se registraron 38 casos.
Según recoge la Memoria Anual de la Fiscalía Superior de Andalucía, Melilla y Ceuta de 2012, la mayoría de los procedimientos abiertos en la ciudad corresponden a adolescentes que sobrepasan los 14 años y han acabado la enseñanza obligatoria, “muy especialmente a partir del segundo ciclo de la ESO”.
El director provincial de Educación en Melilla, José Manuel Calzado, ha explicado a El Faro que el aumento de los expedientes a menores absentistas por parte de la Fiscalía en 2012 se debe a la política de mano dura que ha puesto en práctica su departamento. “Los centros educativos de la ciudad cada vez están siendo más estrictos para llevar un control exhaustivo de los alumnos absentistas”, comenta Calzado. De hecho, en los últimos dos años Calzado asegura que ha dado la orden a los directores de los centros de que sean “más exigentes” con las faltas injustificadas a clase.
En todo caso, el director provincial de Educación aclara que aunque los expedientes que llegan a la Fiscalía han aumentado notablemente en los dos últimos ejercicios, aún se quedan lejos de la realidad porque hay que tener en cuenta que la ciudad tiene una tasa de absentismo escolar que roza el 35-36%. Esta cifra no corresponde al 100% a Melilla porque, insiste, las estadísticas oficiales no desglosan los datos de la ciudad de los de Ceuta y en materia de absentismo escolar, la enseñanza ceutí tiene peores cifras de asistencia a clases que la melillense.
“Esos 38 casos son un número muy pequeño en comparación con las estadísticas. Tenemos una media alta que no se corresponde con esa treintena de expedientes”, recalcó el director provincial.
Es más, ayer Calzado aseguró a El Faro que hasta que no se normalicen los datos de absentismo escolar en Melilla y se tenga un conocimiento estricto de quiénes están abandonando los estudios, la Dirección Provincial de Educación no va a bajar la guardia. Por eso adelanta que el dato de expedientes de menores absentistas que llegan a la Fiscalía seguirá aumentando en los próximos años.
Estrictos y exigentes
Calzado subraya que la ‘mano dura’ que Educación ha pedido a los directores de los centros que tengan con los niños absentistas no va dirigido sólo a atajar las ausencias injustificadas sino también a frenar el fracaso escolar. “El absentismo es un foco de fracaso escolar”, sentenció el director provincial.
Cuando los técnicos y los orientadores sociales de los centros educativos detectan un caso de absentismo escolar en un colegio o instituto de la ciudad, lo primero que hacen es abrir un expediente.
Una vez que se cumplen las condiciones de tiempo y en caso de desidia de la familia, los centros están obligados a trasladar el caso a la Consejería de Bienestar Social y a la Fiscalía de Menores. En este punto, Calzado tiene una queja.
Falta coordinación con Fiscalía
Si el caso de un menor absentistas va a dar a Bienestar Social, normalmente la Consejería pide a los padres que vayan a los centros a hablar con los profesores para intentar arreglar la situación.
Desde que recibe el caso, la Consejería informa en todo momento a la Dirección Provincial de Educación sobre qué se ha hecho para solucionar ése absentismo escolar.
Sin embargo, el director provincial se queja de que cuando los expedientes van a parar a la Fiscalía de Menores, Educación nunca llega a saber qué ha pasado con ese alumno. “Perdemos el control de los casos que van a Fiscalía y sería interesante que tuviéramos acceso a esa información para saber qué resoluciones se toman”.
Calzado considera que si su departamento tuviera acceso a las resoluciones que adopta la Fiscalía de Menores, “los centros educativos podrían cerrar el ciclo” para saber si las medidas que están tomando son las correctas, señaló ayer a El Faro.
Entre esas medidas, el director provincial de Educación apuntó el aumento de las ofertas de PCPI (Programas de Cualificación Profesional Inicial). Y tiene su lógica.
Tal y como recoge la Memoria Anual de la Fiscalía Superior, la mayor parte de los casos de absentismo escolar se da en segundo ciclo de la ESO. O sea, entre adolescentes de unos 16 años, que ya han terminado la enseñanza obligatoria y que no tienen que estar “obligatoriamente” en la escuela. “Cuando se detecta un caso de absentismo con estas características, se deriva a PCPI. Por eso, en los últimos años hemos aumentado la oferta de PCPI porque evita que abandonen el sistema educativo sin orientación”, apunta.
Por último, Calzado remarca que la oficina de orientación de los centros educativos hace seguimiento de este tipo de casos.
314
Menores infractores. A fecha 31 de diciembre de 2012 el número de menores acogidos en los distintos centros de protección de Melilla ascendía a 314 menores.
256
Menas infractores. De los 314 menores infractores que hay en la ciudad, la mayor parte, 256 son menores extranjeros no acompañados.
64%
Marroquíes. Más de seis de cada diez menores no acompañados que han cometido infracciones en la ciudad (64%) son marroquíes. Le siguen los nacionales de Guinea y Argelia.
38
Casos de absentismo. La Fiscalía de Menores abrió el año pasado 38 expedientes a menores absentistas.