Marcelo Nogales es el hermano mayor del Nazareno, la cofradía más antigua de la ciudad, de la que nacieron el resto de hermandades. Afirma que sin el apoyo de los melillenses, la Semana Santa “no tiene futuro”.
Marcelo Nogales es el hermano mayor de la Cofradía y Hermandad Franciscana de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. Su vinculación con esta entidad viene de largo, ya que nada más nacer sus padres le inscribieron para que viviera desde bebé la experiencia de ser cofrade.
Su abuelo fue el refundador de esta hermandad en el siglo pasado, por lo que esta tradición se sigue en su familia desde entonces. Recuerda perfectamente cómo de niño acompañaba a su padre a arreglar los pasos para la Semana Santa. Le encantaba estar arriba echando una mano para que lucieran con todo su esplendor en las procesiones.
Es el segundo ‘mandato’ de Nogales, ya que en 1991 fue elegido por hermano mayor por sus compañero de cofradía y se mantuvo en este puesto hasta 1999. Otra de las tradiciones de esta entidad es que cada ocho años haya un cambio de dirección y por ese motivo, dejó durante unos años este puesto en el Nazareno. Pero con el paso del tiempo, volvió a ser escogido para ocupar este cargo, en concreto en el 2003.
Nogales indicó que hace dos años que se tenía que haber renovado la junta de gobierno, pero “cuestiones burocráticas” han retrasado estas elecciones hasta este año. Así, el Nazareno contará con un nuevo hermano mayor una vez que pase la Semana Santa y se pueda emprender esta nueva tarea de la cofradía, que también conlleva mucho trabajo.
“No es una tarea fácil dirigir esta cofradía”, asegura Nogales a este periódico. Pero destaca que lo importante es estar implicado en la entidad, trabajar todo lo que se pueda e intentar conseguir los mejores resultados para toda la hermandad.
¿Cuál es la recompensa para los cofrades? “Poder procesionar sus sagrados titulares, es el motivo principal. Y que la gente reconozca el trabajo que realizamos a lo largo del año para poder salir y que la cofradía esté en la calle”, afirma el hermano mayor del Nazareno.
Los portadores
En cuanto a si cuentan este año con los suficientes portadores como para salir en procesión, Nogales explica que de los seis pasos que componen esta entidad, dos de ellos no tienen problemas. Se trata de los que salen al paso sevillano, pues tienen una cuadrilla fija que lleva ensayando desde hace tres meses para que todo salga perfecto. Pero las dificultades llegarán cuando vayan a procesionar, por ejemplo, con el Nazareno. Se necesitan muchos hombros para lucir este paso y por ello, este año han decidido que llevarán a este Cristo sobre un trono más pequeño para que con 60 portadores haya bastante.
Otra de las medidas que adoptan ante la falta de personas que desean procesionar con las imágenes al hombro es transformar a los portadores en costaleros. Con el paso sevillano hacen falta menos hombres y además, a la gente le gusta ver este “espectáculo”.
“Nos tenemos que hacer a la idea de que los grandes pasos en Melilla no tienen sentido porque no hay gente suficiente para llevarlos”, afirma Nogales que apunta que se trata sólo de asumir la realidad de la ciudad.
Otra de las imágenes con la que no tienen problemas es con el Cristo del Socorro, pues cuentan con “una legión” de mujeres para llevarlo por las calles de Melilla. “Las mujeres de la ciudad responden de una forma espectacular”, asegura.
Apoyo de los melillenses
El hermano mayor del Nazareno afirma que los lunes, cuando sacan La Sentencia, la plaza de Velázquez está abarrotada de gente, que los miércoles son muchos los que asisten a la procesión de sus titulares porque les llama la atención que los lleven con el paso sevillano y que el viernes, también cuentan con un gran número de público. Sin embargo, reconoce que les gustaría que los melillenses se implicaran más, en su cofradía o en otras.
“Si somos cristianos y queremos mantener la tradición, hay que implicarse, sino la Semana Santa de Melilla no tiene futuro ”, asegura.
Por otro lado, Nogales comenta que la presentación del cartel que cada año realiza esta cofradía es uno de esos eventos destacados y emotivos para todos sus componentes, y no sólo las procesiones oficiales de la Semana de Pasión de Melilla.
También indica que entre los momentos más entrañables que se vive en el Nazareno está el via crucis que realizan con el Cristo del Socorro. Esta procesión es el sábado previo a la Semana Santa, que este año cae en el 23 de marzo. Este via crucis es toda una tradición. Se recuerda una promesa que hizo el pueblo de Melilla al Cristo porque fue la imagen que se apiadó de los melillenses durante un asedio y los protegió de la muerte.
Otros instantes que más emocionan a Nogales y al resto de los componentes de esta hermandad son los traslados de los tronos. El hermano mayor asegura que el de ida, es decir, ese camino que recorren por las calles amuralladas de El Pueblo hasta la plaza de toros, “es la procesión por excelencia”. Afirma que al ser por el barrio al que pertenecen, se rememoran las procesiones que se realizaban en el siglo XVII. “Para nosotros es quizás el momento más importante de la Semana Santa melillense”, apunta.
Nogales no puede elegir entre los titulares de la hermandad a la que pertenece. No es capaz de dar el nombre de la imagen con la que se siente más vinculada, aunque reconoce que una de ellas es su preferida. Quizás sea La Sentencia, El Nazareno, la Virgen de las Lágrimas, el Cristo del Socorro, el Santísimo Cristo Yacente o María Santísima de los Dolores en su Soledad. Aunque en realidad no importa, pues indica que todas forman parte de su vida y de su corazón.