La calle Sargento Arbucias se cortó un año más para que decenas de melillenses disfrutaran de la inauguración del nacimiento que Sebastián García monta en su casa y que mantiene abierto al público toda la Navidad.
Más de sesenta años lleva Sebastián García montando belenes y hace cuatro decidió compartir esa afición con sus vecinos y amigos. Desde entonces la calle Sargento Arbucias se ha convertido en lugar de cita obligada para todos los amantes de la Navidad. Pasadas las 13:00 horas de ayer, Sebastián abría una de las puertas de su domicilio para que las decenas de vecinos que se habían dado cita en las inmediaciones de la casa pudieran disfrutar viendo el montaje de este año. Hasta la casa del barrio de Calvo Sotelo llegaron amigos, conocidos y melillenses que habían oido hablar de esta inauguración que ha pasado a formar parte del calendario oficioso de actividades navideñas de la ciudad. El creador del belén aseguró, en declaraciones a este periódico, que su intención fue la de compartir con sus amigos su afición y que por eso pensó en abrir su nacimiento, que ya antes también visitaban muchos melillenses. En la puerta de la casa el coro de Jesús Cautivo hizo sonar la música para anunciar que el belén ya estaba abierto para las visitas. Durante las fiestas la casa de Sebastián estará abierta todas las tardes para que todos los que quieran acercarse puedan ver el nacimiento. Melillenses de todas las edades aprovecharon la soleada mañana del domingo para charlar, comer, beber y bailar en mitad de una calle que se cortó para la ocasión. Y es que tras la música y los bailes, el anfitrión comenzó a sacar las mesas que había colocado en la puerta de su casa, bebidas y bocadillos para que todos los que pasaron por allí tomaran un tentempié. Sebastián aseguró que llevaba despierto desde las 5 de la mañana para preparar, junto a su esposa, los más de 200 bocadillos que fueron saliendo a lo largo del mediodía. Y aunque parecieran muchos, no fueron suficientes y tuvieron que acercarse a comprar pan para continuar preparando comida. El organizador del evento aseguró que cada año hace una pequeña inversión económica, pero que le compensa poder disfrutar con sus vecinos de una jornada de fiesta. Sebastián aseguró que el montaje de su belén varía cada año, pero que apenas tarda dos días en tenerlo todo listo para que sus vecinos puedan disfrutar. Y no sólo hace su propio nacimiento, sino que en la asociación de vecinos de su barrio también piden su colaboración y es que las manos de este melillense tienen la huella de muchos nacimientos. El melillense pensaba ya ayer en el próximo evento y aseguró que su intención es montar una cruz en mayo que también inaugurará con todos los vecinos que quieran acercarse hasta su casa. La intención de Sebastián es muy sencilla, compartir su mayor afición con sus amigos y conseguir que de una forma fácil todos disfruten de una jornada entrañable. Y lo cierto es que los melillenses le responden cada año con su asistencia y compartiendo con él esta fiesta tan especial. Para el que nunca haya asistido a esta inauguración puede resultar complicado imaginársela, pero los que ya hayan pasado por la calle Sargento Arbucias saben que el espíritu navideño tiene allí uno de sus rincones.