Alrededor de 300 personas acudieron a la homilía en honor a la Virgen de la Victoria · Las casas regionales y las autoridades realizaron la tradicional ofrenda floral.
Melilla volvió a volcarse ayer, un año más, en la celebración del día de su Patrona. A las doce de la mañana, alrededor de 300 personas se congregaron en la iglesia de la Purísima Concepción, en el Pueblo, para escuchar la misa oficiada por el vicario episcopal, Roberto Rojo, en honor a la Virgen de la Victoria.
Entre los asistentes a la homilía, se encontraban numerosas autoridades de la Ciudad Autónoma. El Gobierno local, encabezado por el presidente, Juan José Imbroda, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani y el comandante general de Melilla, Álvaro de la Peña, participaron de este acto, con el que cada año se homenajea a la Patrona.
En su intervención, el vicario episcopal hizo referencia a la situación complicada que muchas personas están atravesando actualmente y apuntó que quizás estos momentos difíciles ayuden a que cobre más importancia lo personal que lo material. “Tal vez Dios nos está diciendo que hay que saber compartir y preocuparnos menos por nuestro ego y más por las demás personas”, indicó.
En este sentido, Rojo se refirió a la eliminación de la paga extra de Navidad. “¿No nos estará llamando el Señor, de alguna manera, a decir que tenemos que cambiar nuestra liturgia?”, apuntó.
Rojo animó a los melillenses a dejarse sorprender por Dios y por su Virgen de la Victoria y apuntó que la victoria del ser humano no está en ganar batallas, sino hacer felices a los que los rodean.
El vicario, que ofició ayer por primera vez la misa de la Patrona de Melilla, destacó que en el tiempo que lleva en la ciudad, casi un año, ha vivido acontecimientos “que nunca pensó compartir”. En este sentido, Rojo se refirió especialmente a la interculturalidad que caracteriza la ciudad autónoma y al buen entendimiento que existe entre los miembros de las distintas comunidades religiosas que conviven en la ciudad.
Tal y como hizo el viernes, en la imposición de la medalla de la Congregación de la Virgen de la Victoria, al delegado del Gobierno, el vicario señaló que es importante poder ayudar a personas de otras religiones y querer a los que son diferentes a uno.
El vicario insistió en que es posible que con el tiempo Melilla acabe formando parte de la historia como un lugar en el que se demostró que las diferentes religiones pueden compartir su fe y animó a los melillenses a que participen de esta fe a través de la oración.
La de ayer, también fue la primera misa de la Patrona para El Barkani como delegado del Gobierno, que tras el acto religioso destacó que había sido un acto muy emotivo y felicitó a todos los melillenses. El Barkani mostró su respeto a esta celebración, destacando la diversidad cultural y de confesión religiosa de la ciudad de Melilla.
Como es tradicional en este acto religioso, tras el sermón del vicario, también hubo unas palabras por parte de la Congregación de la Virgen de la Victoria, que pidió por los melillenses y por todos aquellos que lo están pasando mal.
Tras las intervenciones, llegó el momento de las ofrendas florales a la Patrona. Representantes de las casas regionales de Melilla en la península, fueron desfilando por la galería de la parroquia para dejar en manos del vicario un ramo con el que mostraron su respeto y devoción a la Virgen de la Victoria. Junto a ellos, también realizaron su ofrenda el presidente de la Ciudad, el delegado del Gobierno y el comandante general de Melilla.
La tradición siguió su curso, y la misa, que duró más de una hora y media, en la que la música estuvo acompañando las diferentes intervenciones y paradas de la homilía, finalizó con el canto a la Patrona, en el que participaron casi todos los asistentes al acto.
Así, un 8 de septiembre más, los melillenses volvieron a mostrar su fe en su Patrona y acudieron a la parroquia de El Pueblo, donde a pesar del calor y la falta de comodidades, ya que tuvieron que instalarse sillas supletorias para acoger a todo el público, disfrutaron desde el respeto y la admiración a la Virgen de la Victoria.
Un lugar más grande para la misa
El vicario episcopal, Roberto Rojo, pidió durante su homilía al presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, que el próximo año se intente buscar un lugar más grande para la celebración de la misa de la Patrona. Rojo señaló que los melillenses necesitan un lugar más amplio y quizás al aire libre para que más personas puedan acudir a celebrar este acto en honor a la Virgen de la Victoria. El vicario insistió en que el 8 de septiembre es un día para que todos “grandes y pequeños, importantes y menos importantes”, puedan celebrar juntos. Por su parte, Imbroda apuntó en declaraciones a los periodistas, que si desde la Vicaría lo solicitan, se estudiará buscar otro espacio para el año que viene.