El máximo dirigente de Prodein considera que el país vecino “utiliza la inmigración para presionar” al Gobierno de Rajoy antes de la reunión que se celebrará en septiembre.
Tras las últimas entradas de inmigrantes subsaharianos en Melilla por vía irregular, el máximo dirigente de la ONG Prodein, José Palazón, afirmó a El Faro que este repunte se debe a la cercanía en el tiempo de la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos. En declaraciones realizadas a este periódico, señaló que el país vecino “está midiendo las fuerzas” del Gobierno central antes del encuentro.
En este sentido, aseguró que los subsaharianos “vuelven a ser la moneda de cambio” para convencer a España y al resto de los países de la Unión Europea (UE) de que Marruecos tiene una importancia capital en el control de la presión migratoria. “Melilla y Ceuta son el talón de Aquiles. Cuando se aproxima una cumbre de importancia como la RAN, que tendrá lugar en septiembre, es cuando se produce el mayor número de avalanchas”, aseveró.
Además, recalcó que lo mismo ocurre cuando visita la ciudad autónoma algún alto cargo del Ministerio del Interior. “La noche anterior a la llegada del comisario de Inmigración y Fronteras, Emilio Baos, también hubo un intento de entrada masivo”, recordó.
Así pues, para el máximo dirigente de la ONG melillense los últimos asaltos al perímetro fronterizo no están tan relacionados con el fin del Ramadán como con la inminente celebración de la RAN. “Estamos en una situación muy parecida a la del 2005. Marruecos tiene la sartén por el mango”, añadió.
Por otro lado, preguntó si ha habido heridos entre los últimos inmigrantes que han logrado saltar el vallado fronterizo. “Me resulta muy extraño que no hayan proporcionado información oficial sobre este aspecto, máxime cuando han llegado a Melilla tantos subsaharianos y teniendo en cuenta las medidas de seguridad que hay en el perímetro fronterizo”, agregó.
Además, el máximo dirigente de Prodein recalcó que, como ya advirtió, la presión migratoria se ha incrementado en los últimos días a causa de que los detenidos por la Policía marroquí en las laderas del Gurugú el mes pasado “volvieron a encaminarse hacia Melilla en cuanto los soltaron”. En este sentido, Palazón subrayó que se trasladó a los inmigrantes subsaharianos a Oujda y posteriormente se les abandonó cerca de la frontera con Argelia.
Sin embargo, al estar cerrado dicho paso fronterizo, los subsaharianos no pudieron llegar a dicho país del Magreb y volvieron a dirigirse hacia la valla que separa Marruecos de la ciudad autónoma “de manera casi inmediata”.
Para finalizar, insistió en que durante los últimos intentos de entrada “debió haber un alto número de heridos entre los subsaharianos”, pues así se lo indicaron vecinos que vieron a los inmigrantes huyendo por los barrios anexos al perímetro fronterizo antes de que fueran detenidos por la Guardia Civil.
El CETI, saturado
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) vuelve a estar saturado después de las entradas de este fin de semana. El último dato oficial proporcionado por la Delegación del Gobierno, del 18 de agosto, indicaba que había 670 personas residiendo en sus instalaciones.
Tras los últimos saltos a través de la valla y la llegada de un patera a Alhucemas se calcula que han entrado un centenar de inmigrantes , por lo que el nivel de ocupación estaría próximo a los 800 inmigrantes, mientras que el centro tiene capacidad para 480 personas.
La madrugada del domingo, tensa pero sin entradas.
Pese a las medidas de seguridad que se tomaron en la madrugada del domingo al lunes en el vallado fronterizo que separa la ciudad autónoma de Marruecos ante la previsión de que se produjera un intento de entrada masivo de inmigrantes, la noche transcurrió finalmente sin incidentes, según comunicó en la jornada de ayer la Delegación del Gobierno a El Faro.
No obstante, el despliegue de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se mantuvo durante toda la noche y los accesos a ciertos tramos del vallado fronterizo fueron cortados por carretera.
Asimismo, el helicóptero de la Benemérita realizó labores de vigilancia desde el aire durante toda la noche, acción con la cual también se trató de disuadir a los subsaharianos que se encontraban al otro lado de la valla de que no se aproximaran al perímetro.
Tras el repunte en el número de entradas sufrido este fin de semana, tanto a través de la valla como por vía marítima, con la llegada de una patera a Alhucemas, la frontera de Melilla vivió en la madruga del domingo al lunes momentos de tensa calma, en los que a pesar del despliegue de medios no se produjeron entradas.