La plantilla decidió ayer en una asamblea que empezarán las movilizaciones en la primera semana de septiembre. No obstante están abiertos a negociar con la UTE.
Los trabajadores de la limpieza viaria de Melilla irán a la huelga en la semana de Feria. Así lo decidieron ayer por unanimidad los trabajadores que asistieron a la asamblea informativa que se celebró a las 11 de la mañana en la Casa de la Juventud. Ya hacía semanas que desde el comité de empresa que representa a los empleados se venía barajando esta posibilidad ante los problemas que están teniendo desde que la UTE Melilla, formada por FCC y Urbaser se hiciera cargo del servicio de limpieza en abril. Ahora, y ante la falta de intención de la gestora de negociar con los trabajadores, éstos han decidido que mañana presentarán en la Delegación del Gobierno los papeles para solicitar la huelga indefinida para la primera semana de septiembre, aunque aún no está claro si comenzarán el paro el mismo día de la feria o un par de días antes.
No obstante, el presidente del comité de empresa, Antonio Guerrero, se mostró dispuesto a escuchar a la empresa si quiere negociar antes de que inicien los paros, aunque afirmó que no están dispuestos a ceder en algunos derechos que han logrado durante años de trabajo.
Guerrero explicó a los trabajadores asistentes a la reunión la situación en la que se encontraban y las consecuencias que podría tener para los trabajadores la firma del convenio colectivo que quiere la UTE Melilla. Según indicó Guerrero, entre otras cosas, en este nuevo convenio los empleados perderían un derecho que tardaron años en consolidar con la anterior adjudicataria, para trabajar un sólo sábado al mes, y pasarían a volver a trabajar 4, un aspecto en el que los empleados no están dispuestos a ceder.
Asimismo, en el punto de las contrataciones, apuntó que si bien es cierto que se han realizado nuevos contratos, todos son temporales, y no se está consolidando la plantilla. De hecho, aludió a una treintena de trabajadores eventuales, que llevaban años en el servicio, y a los que ahora se sustituye por otros, a los que se les hacen contratos de corta duración.
Además, Guerrero aseguró que entre las intenciones de la empresa está la de contratar a nuevos empleados con categoría de peones, a los que les pagarían poco más de 750 euros mensuales, y cambiar la categoría de los actuales a especialistas, pero sin que ese cambio supusiera ningún beneficio para ellos.
Y estos no son los únicos problemas con los que los trabajadores se han encontrado. El mal estado de los vestuarios o el abandono de la maquinaria, de los que se hizo eco El Faro, el pasado fin de semana también se encuentran entre las quejas, así como la mala calidad del vestuario que les da la UTE para realizar su trabajo. Asimismo, afirman que en los últimos meses están cobrando “mal y tarde” y que la empresa ajusta al máximo los plazos para darles el salario en el último momento.
Con la huelga convocada para septiembre, los empleados del servicio de limpieza piden cobrar el 1% que la Ciudad Autónoma le dio a la empresa para los trabajadores, y que hasta el momento se ha quedado la UTE Melilla, según apuntó Guerrero, y que se mantengan los derechos que hasta ahora habían tenido.
Los empleados se niegan a que después de años trabajando en el servicio de limpieza, ahora la nueva empresa quiera acabar con muchos de los derechos que habían conseguido durante todo ese tiempo. Así, Guerrero afirmó que son conscientes de que la situación actual es complicada, y por ello no pedirán aumento de salario pero que tampoco están dispuestos a renunciar a lo que es suyo.