El comandante general, Álvaro de la Peña, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani y el presidente Juan José Imbroda, les saludaron en la Estación Marítima. Esta tarde está prevista la llegada del último grupo. En contraposición a las dos experiencias pasadas, el recibimiento del tercer grupo de militares melillenses desplazados al Líbano fue en la tarde de ayer mucho más tranquila, aunque no por ello se dejaron de ver las escenas más tiernas entre padres, madres, hijos, hijas, abuelos, tíos y nietos. Los soldados de Melilla llegaron a su hogar en torno a las 20:30 horas. Al ser este grupo menos numeroso que los dos anteriores, la sala de desembarque de la Estación Marítima no se vio colapsada por los familiares que fueron a recibir a sus héroes.
La tarde de ayer sí fue especial porque las primeras autoridades de la ciudad acudieron a recibir al contingente español y en la pasarela de embarque tuvieron la ocasión de saludar uno a uno a los militares melillenses que ya descansan en sus domicilios.
El comandante general de Melilla, Álvaro de la Peña, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, encabezaban la comitiva para recibir a más de 60 militares deseosos de abrazar a sus familiares. Mientras, la Unidad de Música del batallón del Cuartel General interpretaba algunas piezas musicales para recibir con todos los honores a sus compañeros.
En el hall de la Estación Marítima los niños corrían para abrazar a sus padres, mientras todos los asistentes rompían en aplausos, sin duda, en reconocimiento de un trabajo bien hecho. Así lo atestiguó el comandante José María Torres, quien después de saludar brevemente a sus familiares, habló con los medios de comunicación allí presentes y expresó su agradecimiento al pueblo libanés por el buen trato recibido durante los últimos cinco meses. El comandante también ha sido jefe de Operaciones de la Zona Este en el Líbano.
Torres subrayó el buen trabajo realizado por el contingente español melillense allí desplazado durante este tiempo, cumpliendo con todas las misiones encomendadas, que se han venido realizando con gran éxito, gracias a los meses previos de entrenamientos en España. “Ha sido una experiencia muy satisfactoria, hemos podido ayudar en lo posible al pueblo libanés y ahora sólo queremos descansar y disfrutar de la familia”, declaró.
Esta tarde llegará a Melilla el último grupo de soldados de la guarnición melillense que ha participado en la Operación Libre Hidalgo XVI en el Líbano y a buen seguro sus familiares están igual de deseosos que ellos de poder abrazarse después de cinco meses de ausencia.
Con el regreso de los soldados melillenses a la ciudad, la Brigada Castillejos II ha asumido el mando de la misión española en el Líbano, donde permanecerá hasta noviembre, según informó ayer el Ejército.
El nuevo contingente está formado por aproximadamente 1.000 efectivos, entre los que también se incluye personal del Ejército de Tierra, como la Agrupación de Apoyo Logístico 41, el Tercio de la Armada, la Guardia Civil y el Ejército de El Salvador.
El relevo tuvo lugar en la base ‘Miguel de Cervantes’, en Marjayoum, en la que el general Julio Herrero entregó la bandera de Naciones Unidas, como símbolo de la fuerza multinacional, al general Manuel Romero, nuevo jefe de la Brigada Este, en presencia del jefe de la operación, el general italiano Paolo Serra.