El aval de cinco millones de euros para que el equipo pueda militar el año que viene en la ACB supone un duro escollo. El presidente destaca la gran temporada realizada por el equipo, con resultados “más allá de lo exigible”. El futuro del Melilla Baloncesto está en el aire, ya que se desconoce cuál será su futuro deportivo a corto plazo cuando apenas queda un día para que dispute el primer partido de la final de los play-off de la LEB para subir a la ACB. El presidente del Gobierno local, Juan José Imbroda, no desveló qué ocurrirá con la escuadra melillense la próxima temporada, ya que el equipo se enfrenta a la dificultad económica de tener que pagar un aval de cinco millones de euros si quiere militar en la máxima categoría del baloncesto nacional.
Por ello, el presidente Imbroda subrayó que no desvelará si el Gobierno autonómico apoya económicamente al Melilla Baloncesto hasta que se hayan disputado los partidos de la final. “No quiero anunciar cuál será el futuro deportivo del equipo hasta que acaben los play-off. Ahora mismo, los jugadores deben pensar en la final”, aseveró el máximo dirigente del Ejecutivo local.
Asimismo, Imbroda admitió que el rival del Melilla Baloncesto en la final, el Menorca Basquet, “es un equipo de ACB” desde el punto de vista económico y que le costaría menos esfuerzo soportar el desembolso necesario para poder jugar en la máxima categoría la próxima temporada.
Así pues, el presidente optó por guardar silencio, al tiempo que deseó suerte a la escuadra melillense para afrontar la dura final que tiene por delante. “Mi deseo más firme es que ganemos. Del futuro del equipo ya hablaremos cuando hayan concluido los play-off”, insistió.
Echando la vista atrás, Imbroda aseguró sentirse orgulloso de lo conseguido por el equipo de la ciudad autónoma durante la presente temporada, la cual encaró con diversas dificultades desde el primer partido.
Así, recordó que la dotación económica concedida por el Gobierno local para este año fue menor que la de temporadas anteriores y que ello no ha afectado negativamente al rendimiento del equipo. De igual modo, recordó que en algunos momentos ha tenido que hacer frente a la baja de jugadores importantes.
“Han firmado un año magnífico, con partidos de infarto, de los que hacen afición”, aseguró el presidente del Gobierno local, quien señaló que disfrutó mucho durante el último enfrentamiento contra el Cáceres, que el Melilla ganó por diez puntos de diferencia. “Han estado magníficos y los resultados que han cosechado van más allá de lo que se les podía haber exigido”, aplaudió. Por ello, quiso felicitar tanto a los jugadores como a la directiva y equipo técnico por el año que han protagonizados en las canchas.
Además, recalcó que el protagonismo deportivo adquirido por el equipo melillense ha repercutido positivamente para la ciudad autónoma gracias al impacto mediático que han tenido sus encuentros, especialmente los de los play-off.
Pese al “ingente esfuerzo” que ha realizado el Melilla Baloncesto, su presencia en la ACB está lejos de ser segura aunque venza en la final al Menorca. El duro escollo de tener que aportar un aval económico de cinco millones de euros, más los gastos derivados del pago a la plantilla, hace que que la máxima categoría sea, por el momento, sólo un sueño que se está tocando con la punta de los dedos.
El principal respaldo financiero del equipo reside en la arcas de la Ciudad Autónoma, por lo que será el Ejecutivo local el que tenga, casi en exclusiva, la última palabra a la hora de que el Melilla suba a la ACB.
Lo fundamental ahora es que la escuadra local venza al Menorca en la final. Sólo después del último partido desvelará el Ejecutivo autonómico sus intenciones. Hasta ese día, el Melilla deberá luchar por su sueño en la cancha.