Juan Ramón Carneros cerró el ciclo de conferencias con una charla sobre la obra de dos artistas, Óscar Peterson y Norman McLaren, titulada ‘Begone Dull Care’.
Las XVI Jornadas de Jazz de la UNED finalizaron ayer con el gran concierto ofrecido por Juan Carlos Calderón y el guitarra Santiago Reyes. Calderón demostró por qué es uno de los mejores compositores, arreglistas y músicos apasionados del jazz con cada nota que sus dedos marcaron sobre el piano. El público volvió a responder llenado el salón de actos de la UNED.
Este pianista es uno de los compositores y arreglistas más famosos de la música española y aquellos que tan sólo lo conocían en estas dos facetas artísticas descubrieron ayer su magnífica interpretación de los ritmos jazz. Este estilo musical le ha acompañado a lo largo de muchos años, pues fue en 1960 cuando entró a formar parte de un cuarteto en su Cantabria natal. En los 80 se instaló en Estados Unidos, donde conoció al célebre trompetista, músico y productor californiano Herb Alpert, para quien compone melodías, entre ellas la que da nombre al disco ‘Fandango’ y ‘Route101’ que alcanzó el número uno en la lista de jazz de ese país.
Calderón ha trabajado con Luis Eduardo Aute y Joan Manuel Serrat y fue el creador de una de las canciones que más sonará al público melillense ‘Cartas amarillas’ de Nino Bravo. Entre 1969 y 1980 fue el productor de Mocedades y con ellos y otros intérpretes españoles ha conseguido llegar a Eurovisión con varias composiciones, como ‘Eres tú’ o ‘La fiesta’.
Dos horas antes del comienzo de este concierto, Juan Ramón Carneros Pardo ofreció a los melillenses una conferencia titulada ‘Jazz y animación: Óscar Peterson y Norman McLaren’.
Esta ponencia versó sobre el trabajo de estos dos artistas que estuvo traducido en un corto metraje llamado ‘Begone Dull Care’, que fue la culminación de la colaboración de estos dos grandes del arte.
McLaren es un animador y realizaba un trabajo muy particular, pues pintaba y dibujaba directamente sobre el celuloide, mientras que Peterson es un famoso pianista de jazz, según apuntó Carneros Pardo.
Se trata de un proceso curioso y distinto, destacó el conferenciante, pues la idea es, sobre todo, utilizar este cortometraje para hablar del proceso creativo que culmina en esta pequeña película.
Después de destacar los diferentes aspectos de la colaboración y el proceso de trabajo realizado por Perterson y McLaren, se realizó la proyección de parte de este corto que tiene una duración de unos ocho minutos, para el público pudiera ver los diferentes aspectos en los que se incidió a lo largo de esta charla.
Carneros Pardo aseguró que la animación es un trabajo rígido, donde todo está muy pensado y muy medido y cada acción que se emprende está calculada al segundo y al milímetro. “Sin embargo, en este caso, era puro jazz. Era improvisación sobre la marcha tanto en la música como en la animación. Y por eso es distinto”, explicó.
McLaren hizo un gran número de cortometrajes, pero ‘Begone Dull Care’ es abstracto, como una de líneas en la que enfocó su trabajo. Es decir, que no se trata de una película narrativa que es el tipo de metrajes que estamos acostumbrados a ver.
“Son cortos sin ningún tipo de guión y simplemente es la traducción visual de una música determinada. Crear sensaciones como si fuera un cuadro abstracto en movimiento”, comentó Carneros Pardo sobre la intencionalidad de esta película de ocho minutos.
El conferenciante indicó que es un admirador del trabajo de McLaren y que aunque sea difícil su comprensión y trabaje de una forma distinta, lo que más destacaría de este artista es su voluntad de experimentar. Este animador siempre ha estado en una línea de búsqueda experimental donde prima todo aquello que no se haya hecho, aunque también remarcó Carneros Pardo la falta de vergüenza de este animador.
“No hay límites desde el momento que quieres probar todo y no tienes vergüenza para hacerlo. Lo mismo coges trozos de películas que las raya, pinta encima, realiza un brochazo sobre metros de celuloide, y todo muy improvisado”, destacó Carneros Pardo sobre este artista particular.
En la animación tradicional se dibuja en un folio y se escanea las fotografías para hacer la secuencia, pero McLaren piensa en otro sentido y pinta encima de la película para no perder tiempo, según indicó el conferenciante. Todo esto provoca mucho e innova en este sentido, pero no se queda ahí y continúa inventando nuevas formas experimentales de expresar emociones o sensaciones. Incluso, llega a dibujar música pues en la pista de sonido al ser raya produce un ruido al proyectarse, tal y como destacó Carneros Pardo.
Todas estas experimentaciones e innovaciones sumadas a la idea de que no es un corto no narrativo fueron las claves de esta conferencia con la que se cerró el ciclo de charlas sobre jazz.
Otra de las actividades enmarcadas en estas jornadas de la UNED fue ‘Cenar con Jazz’, que ayer tuvo lugar en el restaurante Almoraima con la interpretación de Victoria Olmedo, Chamo, Kiriko y Joaquín.