Los residentes del Centro Polivalente para Personas Mayores de Melilla disfrutaron ayer de una jornada especial, en la que el teatro fue el protagonista. Marina Escobar, que dio vida a Candelaria, Carmen Vicente, como Manuela, y José Morales, en el papel de un agente, se subieron por primera vez a un escenario para compartir con sus compañeros de la Residencia sus dotes artísticas. Los actores demostraron así que nunca es tarde para aprender ni para emprender y que cualquier edad es buena para empezar algo nuevo.
Los debutantes, que han dedicado varios meses a preparar la representación, contaron con la colaboración del grupo teatral Concord y la dirección de Daniel Martínez Padín, para representar la obra cómica ‘Los Conejos’.
Sus compañeros de residencia disfrutaron y rieron con la interpretación de estos actores por un día, que a pesar de los nervios, supieron defender de muy bien sobre el escenario.
Junto a ellos, por parte del grupo Concord, estuvieron detrás del telón, Paqui Manzano, Mar Alonso, Daniel Martínez, Fran Rodríguez, Tomás Berbel y Toñi Borreguero.
La representación teatral cerró los actos de celebración del cuarto aniversario de la Residencia de Mayores, que comenzaron el jueves con la inauguración de una exposición fotográfica.
Sin embargo, el teatro no fue la única actividad especial que tuvieron los residentes durante la jornada de ayer para conmemorar su aniversario. Así, al mediodía los mayores pudieron compartir junto al personal de la residencia y algunos familiares que acudieron a visitarlos una comida muy especial, en la que la música de ambiente y las risas acompañaron los acompañaron durante el almuerzo.
Una gran tarta, con una inscripción que hacía referencia al cumpleaños del centro, fue el postre para estos ancianos, que se vistieron con sus mejores galas para la ocasión.
El director del centro, José Miguel Morales, acompañó en todo momento a los residentes y celebró junto a ellos el aniversario, al igual que el personal del centro, que mostró su cariño a los residentes con gestos familiares y cercanos, tanto durante la comida, como al final de la celebración.
La residencia se inauguró en pasado 4 de febrero de 2008 y atiende a más de 200 residentes en la actualidad. Así, después de dos días de celebración, los mayores vuelven hoy a su rutina diaria, aunque aún con la resaca de las risas de estas jornadas tan especiales.