Claro, es que dicho así, la Fontana de Buddha para espacio reservado para los afectos al budismo. Nada en absoluto que ver.
Es un espacio tan abierto -y tan grande- que cabe todo el mundo independientemente de sus creencias. Es de ocio, está en Puerto Noray y sus propietarios lo tienen claro: hay que satisfacer a todos los clientes que nos visiten sean cuales sean sus gustos. Es reciente, especto a otros establecimientos del recinto portuario pero como arrancó con fuerza y la fuerza le sigue creciendo, la Fontana está que se sale, sobre todo en fines de semana.
No hay edad apropiada al Buddha. Hay muchísima juventud, media juventud, juventud y media y veteranía porque el ambiente lo propicia en base a dos argumentos incuestionables: música variada y alegre y, por otra parte, un servicio hostelero de primera categoría especialmente cuidado por la propiedad. Aspectos a los, con frecuencia, añaden la música en directo; una música variada que atiende a todas las inquietudes de los clientes. Alguna magia ha de meter esa fuente budista porque no falta nadie.
Y, además dispone de espacios múltiples. Los amantes del gentío cercano, lo tienen claro, hala cerca de la barra y a la pista. Por el contrario, quienes opten por un rato de charla, con esa música un poco más ambiental que expresamente dirigida a la oreja, también tienen suficientes recovecos para compartir intimidades. O sea que hay para todos y…todas. Caramba con el factor femenino. La Fontana parece tener un imán para las reuniones de chavalas y algo menos chavalas que se encuentran como en su casa y la disfrutan.
Hay quien se harta de afirmar a los cuatro vientos que el ocio melillense –sobre todo el nocturno- es rico porque es variado. La Fontana integra esa variedad de deseos que la colocan en primera línea de fuego de la oferta de diversión del Puerto y la seriedad en los criterios de dirección de la que puede presumir es envidiable.
Larga vida, pues a este complejo colectivo budista, máxime en un enclave que se ha convertido, en el paso de los años, en la mejor y divertida asamblea de la juventud melillense, tanto la juventud por calendario como para los jóvenes de espíritu.