La ministra de Sanidad, Mónica García, defendió este pasado martes en el Senado los avances en el sistema sanitario de Ceuta y Melilla, subrayando que la gestión del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) ha permitido reducir las listas de espera en Atención Primaria hasta el punto de eliminarlas, en contraste con la situación en comunidades gobernadas por el Partido Popular. Sin embargo, estas declaraciones fueron rebatidas por la senadora del PP, Isabel Moreno, quien denunció la precariedad del modelo y la falta de especialistas en los territorios.
El debate surgió a raíz de una interpelación del Partido Popular sobre la gestión sanitaria en ambas ciudades autónomas, que dependen directamente del Ministerio de Sanidad. Durante su intervención, la senadora Moreno describió Ceuta y Melilla como la "zona cero" de la crisis sanitaria en España, asegurando que los ciudadanos sufren "listas de espera interminables", falta de especialistas en áreas clave como oncología, neurología y pediatría, y una Atención Primaria "colapsada". "¿Cuántos diagnósticos tempranos no se llevan a cabo por su falta de voluntad política? ¡Esto es muy grave!", recriminó la senadora al Ejecutivo.
Frente a estas críticas, la ministra Mónica García defendió la gestión del Gobierno y subrayó que Ceuta y Melilla cuentan con "más profesionales, mejores equipamientos, mejores infraestructuras y mejores resultados en salud". Según García, la plantilla de médicos en ambas ciudades ha crecido en la última década, pasando de 374 a 448 facultativos, mientras que el personal no facultativo ha aumentado de 1.552 a 1.842 trabajadores.
Asimismo, la titular de Sanidad resaltó la estabilidad laboral en estos territorios, asegurando que el 67% de los médicos residentes en Ceuta y el 100% de los de Melilla han optado por quedarse tras finalizar su formación, un porcentaje que, según ella, supera al de cualquier comunidad gobernada por el PP. Además, mencionó que en los últimos años se han invertido 100 millones de euros en mejoras sanitarias, incluyendo 45 millones destinados específicamente a recursos humanos.
Falta de especialistas
A pesar de las cifras presentadas por la ministra, la senadora Isabel Moreno calificó de "falacia" la afirmación de que el personal sanitario en Ceuta y Melilla es el mejor pagado de España y denunció que los médicos están "sobrecargados de guardias" y mal remunerados. En este sentido, acusó al Gobierno de haber incrementado en un 30% y 40% la contratación de personal en condiciones precarias y denunció la creciente privatización de servicios sanitarios.
Moreno instó al Ejecutivo a transferir la gestión de la sanidad al gobierno autonómico de Melilla, alegando que ello mejoraría las condiciones tanto para los profesionales como para los pacientes. "Por el bien de los ciudadanos, el Gobierno debe acceder a la encomienda de gestión sanitaria", argumentó la senadora.
Las críticas del PP coinciden con denuncias previas sobre la falta de especialistas en Melilla, en especial oncólogos, un problema que ha generado preocupación entre los pacientes y que ha sido recogido en diversos medios de comunicación. Según datos recientes, la escasez de oncólogos ha puesto en riesgo la atención a personas con cáncer, obligándolas en muchos casos a desplazarse a otras ciudades para recibir tratamiento.
Modelo distinto
El sistema sanitario de Ceuta y Melilla ha sido objeto de debate en varias ocasiones debido a su singularidad dentro del sistema de salud español. A diferencia de otras comunidades, donde la gestión sanitaria está transferida a los gobiernos autonómicos, en estas dos ciudades autónomas es el Ministerio de Sanidad, a través del Ingesa, el responsable directo de la planificación y prestación de los servicios de salud.
Este modelo ha sido defendido por el Gobierno como una garantía de igualdad y acceso universal, pero cuestionado por sectores de la oposición y sindicatos médicos, que han denunciado la falta de recursos y la dificultad para atraer y retener especialistas.
La controversia sobre el sistema sanitario de Ceuta y Melilla continúa abierta. Mientras la ministra García sostiene que la inversión del Gobierno ha permitido mejorar la atención y garantizar el acceso a la sanidad sin listas de espera en Atención Primaria, la oposición insiste en que la situación es crítica y exige reformas estructurales. Lo cierto es que el debate en torno a la sanidad en las ciudades autónomas seguirá siendo un punto clave en la agenda política y social en los próximos meses.