Los comercios exteriores del Mercado Central empiezan a repuntar. Así lo manifiestan la mayor parte de los comerciantes de la zona.
La tienda que vende frutas y verduras está empezando a vender desde que las obras han terminado en la zona y la tienda de costura también, pero de una forma muy lenta. “Parece ser que el negocio empieza a ser rentable después de dos años de ruina con las obras”, afirmó la dueña de la tienda de costura.
La barbería ‘Tito’ empieza a mantener los clientes y tener otros nuevos, aunque depende de los días, según afirma el empresario.
El locutorio lo que más hace es preparar documentos y enviar dinero a Marruecos. Por lo que nunca ha estado en crisis. Aunque ahora tiene más clientes.
De los doce establecimientos que tiene este Mercado en sus exteriores, sólo seis están abiertos y le dan vida a la calle, otros seis no pudieron soportar la crisis de las obras y cerraron, pero recientemente han abierto dos que no saben cómo le irá, pero que manifiestan tener toda la ilusión del mundo. Creen que es una época buena para empezar a funcionar en la zona.
Todos los empresarios de los pequeños comercios coinciden de que debería haber una zona azul de unos veinte aparcamientos en la zona. Que estén unos cuarenta minutos o media hora gratis y el resto de pago, cuyo importe aumentaría conforme pasara el tiempo de forma proporcional.
Lo que está claro es que la tardanza en las obras de la Calle García Cabrelles les preocupa a todos los que venden en el Rastro, desde el principio de la calle hasta el final. Y lo peor de todo es que no lo saben ni la Ciudad Autónoma les ha dicho nada de cuando será el fin de las obras.
Lo que todos resaltan es que cuando la frontera estaba abierta se vendía más que ahora, pero si las cosas siguen como hasta la fecha, los negocios serán lo suficientemente rentables como para vivir de ellos y poder pagar algunas deudas que durante los años pasados de obras de peatonalización del Rastro se han contraído. Y esperan también que todos los puestos estén abiertos en poco tiempo, ya que “al haber más negocios se atrae más a la gente y se hace publicidad a la zona”. “Otra de las cosas importantes es la subida disparada de los precios al consumo, pero eso ya no es cosa de las obras, eso pasa en toda España”.