Festival de ocasiones El poco acierto en la definición y la gran actuación del meta almeriense evitó una goleada de escándalo Escalada Con el triunfo de ayer, los azulinos se situan en mitad de la clasificación.
Hubo que esperar hasta la sexta jornada, un mes exacto como pidió Óscar Cano, para ver ganar a la UD Melilla con un fútbol vistoso por momentos y efectivo en otros, que agradó y convenció a la afición unionista en un partido que tuvo un preámbulo muy emotivo en el que se brindó un merecido homenaje por parte de la Federación Melillense de Fútbol, la recién creada Asociación de ex jugadores de la UD Melilla, la UD Melilla y la Ciudad Autónoma a Francisco López Rodríguez, ex presidente de la UD Melilla, toda una institución dentro del panorama futbolístico local.
El partido sirvió para comprobar que la escuadra melillense sigue progresando adecuadamente y que el equipo va tomando forma y adaptándose a lo que requiere la Segunda División B sin dejar de acentuar sus señas de identidad pero optando también por lo práctico en cuanto a llegar con menos elaboración pero con más continuidad a las inmediaciones del área adversaria. Después la calidad, la creatividad, y, el mayor o menor acierto de los futbolistas, hará que el resultado se ajuste o no a lo merecido o deseado.
Ante el CD Roquetas, cuya credencial defensiva era de las mejores del Grupo con tan sólo dos goles encajados, el Melilla destrozó las estadísticas en cuanto a posesión del balón, acercamientos al área y disparos a puerta tanto entre los tres palos como fuera de ellos. Tan sólo faltó mejorar el nivel en la definición porque, de haber sido así, y a pesar de los dos goles conseguidos, el resultado hubiera sido de escándalo.
Rápidamente, desde el pitido inicial, se vieron las intenciones de cada equipo. Los azulinos tomaron las riendas del choque y los almerienses, muy ordenados sobre el terreno de juego, intentaban sorprender a la contra aunque prácticamente sin opciones ya que todo el empeño lo tuvieron que emplear en defender las sucesivas acometidas de los de Óscar Cano que fueron llegando unas tras otras de manera muy diversa. Los melillenses emplearon toda una gama de cómo cercar el área rival. Unas veces a través de juego colectivo combinativo, el deseado por el técnico granadino, y otras veces con envíos en largo que buscaban a Chota o Edgar, ambos muy activos toda la mañana y una auténtica pesadilla para la zaga roquetera. El equipo buscó las bandas y las encontró. Igual con los pases interiores y los balones a las espaldas de la defensa contraria. Tan sólo faltó acertar de cara al gol mucho antes de lo que se hizo pero bien está lo que bien acaba.
El Melilla dominó de cabo a rabo todo el encuentro aunque el Roquetas aguantó bien mientras las fuerzas le respondieron. Incluso con el 0-0 en el marcador los de Ramón Florit pudieron adelantarse pero el disparo de Mario, al comienzo de la segunda parte, se estrelló en el palo izquierdo del marco defendido por Dorronsoro. Hecho que lamentó el técnico visitante a la conclusión del encuentro.
Antes de cumplirse el minuto cinco de juego Velasco cabeceó alto una falta lanzada por Katxorro y poco después Edgar envió desde la frontal un potente disparo junto al palo izquierdo de José Miguel. El Melilla se gustaba en el campo y salvo un disparo muy lejano de Manolo Pérez el Roquetas no inquietaba.
Pasado el primer cuarto de hora de nuevo Edgar lo intentó desde la frontal aunque su disparó salió desviado. La réplica la puso Edu Silva con un remate flojo a las manos de Dorronsoro. A partir de ahí y hasta el ocaso del primer acto las ocasiones se sucedieron por parte de los melillenses.
Así en en el minuto 19 Velasco centró al punto de penalti desde la derecha y Chota de perfecto testarazo a punto estuvo de inaugurar el electrónico pero José Miguel se lució y envió a córner. Un minuto después el propio Chota cabeceó al fondo de las mallas pero Jiménez Moreno, que pasó desapercibido, lo anuló por fuera de juego. A renglón seguido Povedano inicia una jugada de estrategia de manera perfecta enviando desde muy atrás sobre Chota que con la testa pasó sobre Álvaro del Moral y el remate de éste, también de cabeza y con todo a su favor, salio por encima del larguero.
Para entonces Oscar Cano ya había mandado intercambiar las posiciones de los hombres de banda.
Edgar y Chota protagonizaron los dos remates siguientes aunque ambos a las manos del meta visitante.
En el 37 de juego fue Raúl García quien en una de sus subidas por la banda izquierda probó fortuna desde lejos con un potente disparo que salió muy cercano a la base del palo del portal almeriense.
El Roquetas espabiló y Mario golpeó con potencia desde la frontal pero Dorronsoro atajó con seguridad. A continuación el Roquetas a punto estuvo de sacar beneficio de una jugada de estrategia en un saque de banda pero de nuevo Mario envió fuera junto a la base del portal azulino. Todavía hubo tiempo para que al filo del descanso Edgar en una gran galopada llegara a la línea de fondo y realizara un pase hacia atrás que Del Moral envió alto. Al minuto siguiente, en el 43, Edgar recibió de Velasco, calcó la jugada anterior con pase hacia atrás y Del Moral remató a las nubes cuando tenía todo a su favor. No hubo tiempo para más y con el empate inicial los equipos se marcharon a vestuarios.
A los tres minutos de la reanudación el visitante Mario gozó de la ocasión más clara de su equipo al aprovecharse de un error defensivo de la zaga local pero su potente chut se estrelló en el palo izquierdo del portal defendido por Dorronsoro. Al minuto siguiente Velasco cayó derribado en el área rojilla y los unionistas pidieron penalti. Poco después en el 57 de nuevo Dorronsoro estuvo muy acertado al despejar un libre directo visitante.
A partir de ahí el Melilla tocó arrebato y las ocasiones se sucedieron casi minuto a minuto. Así en el 63 Edgar se zafó de su marcador y disparó fuera por poco. La jugada siguiente acabó con disparo alto de Katxorro a pase de Edgar. Samuel lo intentó desde la frontal pero el cuero salió junto a la base del poste. Inmediatamente después, casi sin conceder un respiro, Velasco dispuso de un doble remate para batir a José Miguel pero la pelota se resistió a entrar. A renglón seguido el meta almeriense despejó un tiro cercano de Katxorro y Moyano envió el rechace rozando el larguero.
El gol se mascaba y no tardó en llegar. Así, en el minuto 76, funcionó la estrategia. Katxorro envió al área una falta desde el flanco izquierdo y Velasco peinó hacia atrás el esférico, lejos del alcance de José Miguel que nada pudo hacer por evitar el tanto. El gol, que se resistió hasta ese momento, fue muy cebrado por la parroquia melillista que atendió la petición del técnico local y no cesó de animar a los suyos.
Tres minutos después Moyano, en su enésima incorporación al ataque, gozó de otra oportunidad pero José Miguel despejó a córner. Al minuto siguiente Chota cabeceó muy ajustado al poste y al siguiente, en el 81 de juego, de nuevo Javi Moyano, subió la banda y envió un centro templado al corazón del área donde apareció Andrés Ramos, esta vez en su hábitat natura, para cabecear casi a placer al fondo de la portería visitante. Era el 2-0 y el partido quedaba finiquitado.
En los últimos instantes del choque el Roquetas, muy mermado físicamente, trató de acortar diferencias aunque sin mordiente mientras que el Melilla supo nadar y guardar la ropa.