Queridísimos: Llevamos más de un mes oliendo el puchero podrido, la olla putrefacta donde se cuecen prebendas, trampas y vanidades. Llevamos más de un mes que cada día que pasa nos sorprenden con una nueva torpeza, con una nueva triquiñuela, con un falso currículum, con una nueva trampa, con otra bocanada de aire viciado, como el que se olía en los antiguos mingitorios de las plazas de toros que olían a orín y a puros.
Todo es de una sordidez espantosa. Todo resulta un trampantojo y ya no hay institución, asociación o club de arte y ensayo que se vea libre de la sospecha de estar bajo el amparo de los nuevos conseguidores. Suena todo a banda destemplada de feria pueblerina a las tantas de la noche cuando se pierden aún más las formas, el decoro y la vergüenza.
La vergüenza, las formas y el decoro ha tiempo que andan perdidos por el nuevo patio de monipodio en que han convertido estos paramos. Todo suena a teatro y la farsa de sesión continua me ha producido una decepción profunda y me parece, me parece, que definitiva.
Pero ya que hablamos de master, de currículum más falsos que los antiguos rublos de madera, lanzo una idea que, naturalmente será rechazada como una enmienda a la totalidad en el Parlamento; mirad la foto que enmarca estas líneas. Mirad a sus protagonistas, mirad lo que hacen:
Son monjitas de cualquier ciudad española. El hábito que llevan es lo de menos. Están representadas todas las que ejercen el supremo master de la caridad. Lo mismo da que sean franciscanas, o del Monte de María Cristina, o Hijas de la Caridad, o Madres de la Divina Infantita. ¡Qué más da! Ellas están cursando de por vida el master humilde y callado de la caridad, lo dije más arriba y conviene repetirlo.
He dicho caridad y no solidaridad. Ahora que casi todo es “solidario”, conviene hacer profesión de fe de lo que creemos. Como católico, yo echo de menos la mención a la caridad, incluso entre nosotros mismos. No sé qué absurdo complejo hay de tener como punto de referencia de nuestra manera de vivir a la Fe, a la Esperanza y a la Caridad.
Estas monjas de la foto no necesitan inflar currículum, ni hacer trampas en el solitario, ni apegarse a falsas vanidades de los nuevos figurantes de la farsa nacional.
Estas mujeres escogieron el master verdadero del ejemplo. Lo mismo enjabelgan las tapias de un convento, que atienden a ancianos anclados en la soledad, que arrebatan de las garras de las mafias a adolescentes, que enseñan a vivir a desamparados aquí cerca o en naciones lejanas y hostiles.
Con estas mujeres mandaba yo a esta cuadrilla de falsarios a que aprendieran un master de verdad y a labrarse un currículum verdadero libre de mentiras, trampas y vaciedades. Los mandaba a que aprendieran de un tirón la asignatura de la caridad. Los mandaba a que se encontraran con la verdad, verdad con mayúsculas.
Estoy seguro de que donde estas mujeres ejercen el día a día la suprema cátedra del amor, todos los masterd son verdaderos y no hay otro olor que el de los jazmines jubilosos de quienes dan su vida, como don primoroso, por todos los demás.
Os informo de los días más bizarros conmemorados recientemente:
Lunes 9 de septiembre; Día Internacional de Proteger la Educación de Ataques. (¡de verdad!); Día Mundial de la Agricultura; Día Mundial del Vehículo Eléctrico; Día Internacional del Tester de Sofware (¡digo!).
Martes 10 de septiembre; Día Internacional para la Prevención del Suicidio.
Jueves 12 de septiembre; Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur (tal y como suena); Día Internacional de Acción contra la Migraña; Día del Programador; Día Internacional del Crochet (¡arsa pilili!)
Viernes 13 de septiembre; Día Internacional del Chocolate (¡digo!); Día del Profesor de Natación (palabra).
Sábado 14 de septiembre; Día Mundial de la Arepa (?); Día Internacional de la Observación de la Luna; Día del Bienestar en el Caribe.
Hoy domingo se celebran el Día Europeo de la Salud Prostática y el Día Mundial del Linfoma.
P.D.
a) Por mi padre (q.e.p.d.), que la ex alcaldesa de Puertollano sigue siendo ministra (¡de Vivienda!).
b) ¿Cómo vamos por Venezuela?
c) A ver carnes mías ¿vais o no a reprobar en la llamada Cámara Alta (sin saber porqué), a la sedicente ministra de Sanidad, cuya tomadura de pelo a los bienintencionados médicos de Melilla, tiene ya fama internacional?
Que no le falte agua al elefante.