La Feria de Melilla cerró con siete actuaciones de artistas nacionales y siete locales, además de artistas propios y exclusivos de la juventud melillense con Djs populares y también locales. Además de dos corridas de toros que contribuyeron a que la ciudadanía se lo pasase mejor que bien.
Las fiestas patronales de la ciudad en honor a Nuestra Señora La Virgen de la Victoria han sido la atracción de la ciudad desde el pasado 31 de agosto hasta el 8 de septiembre y ya ha comenzado la recogida de casetas y de todo el montaje en general del recinto ferial ubicado en la Glorieta San Lorenzo.
Las incidencias han sido mínimas, sobre todo en lo que concierne a la violencia de género. Parece ser que han existido dos casos, el primero no se sabe realmente si hubieron relaciones sexuales no consentidas, algo que se está investigando hasta ahora y después un morado a una joven ocasionado por el golpe de un destornillador. No ha habido mujeres drogadas para ser violadas u otras cuestiones de fuerte gravedad como en otras ocasiones.
La asistencia de la ciudadanía al recinto ferial ha sido inferior a los años anteriores al Covid 19 y bastante similar a la del año pasado, sin embargo, todo indica que los ciudadanos han consumido más en lo concerniente a la venta de productos en el mercadillo ambulante que existe en el perímetro del citado recinto. Incluso las atracciones propias de feria como el típico Carrusell, coches eléctricos y similares los ingresos han duplicado al pasado año.
En lo referente a las consumiciones en las casetas de feria, éstas han sido muy irregulares, ya que según declaraciones de algunos empresarios, algunas casetas no han parado de trabajar, sacando muy buenos dividendos y otras no abrirán para el año que viene.
En lo concerniente al número de entradas para ver las actuaciones, han superado con creces las expectativas lo que habla bastante a favor del evento en sí y lo mismo se puede decir de las corridas de toros que ambas han superado con creces los dos tercios de la plaza de Toros de Melilla, celebrándose ambas en días consecutivos.
En resumen y teniendo en cuenta las opiniones de la mayor parte de los empresarios que han participado en esta edición de la Feria de Melilla se puede sacar en conclusión, según sus palabras que “es un evento que ha tomado unas dimensiones completamente diferentes a las habidas cuando la frontera estaba abierta, por lo que ahora será más pequeña y deberá adaptarse a los que mejor les vaya y realmente saquen beneficios de la celebración. Antes la feria estaba dopada, era demasiada feria para una ciudad tan pequeña. La Feria no desaparecerá pero será más pequeña y coqueta”.