Melilla celebra hoy el Día de su Patrona dentro de lo inadecuado que resulta un año más que el festejo no coincida con la Feria, a pesar de que se celebre en honor a la misma Virgen de la Victoria. El dato no es para pasar por alto ni siquiera en un editorial como este que en verdad va a profundizar sobre una realidad que también tiene que ver con nuestra particular identidad como pueblo español a este otro lado del Estrecho, en el Norte de África.
Ayer, se conocieron las conclusiones de la Comisión Mixta Congreso-Senado, que solicita una mayor atención de la UE a Melilla y Ceuta en aras a corregir los handicaps que dificultan nuestro desarrollo económico y por tanto nuestro futuro. Una buena noticia si se tiene en cuenta que entre las propuestas se incluyen gran parte de las formuladas por los Gobiernos ceutí y melillense como iniciativas imprescindibles para garantizar un futuro estable a nuestros dos territorios.
La otra cara de la moneda la puso, sin embargo, el veto en el Senado a la proposición consensuada por PP y PSOE para ampliar hasta el 50% la bonificación en la cuota patronal de la mayoría de los sectores productivos de Melilla y Ceuta. Una medida que, como se sabe, también repercute en el trabajador y que ha mostrado su bondad para mantener puestos de trabajo, crear nuevos y, al par, fomentar el consumo. Según PP y PSOE, se trata de un escollo salvable que se arreglará. No obstante, no deja de ser un jarro de agua fría que nuestra satisfacción por la consensuada medida se haya frustrado tan pronto. Esperemos que se arregle como la conveniencia, de una vez, de celebrar el 8 de septiembre estando siempre en Ferias.