Los ciudadanos melillenses se dejaron 8,79 millones en el casino, 3,06 en el bingo y 2,6 en las máquinas tragaperras. El cómputo nacional ascendió a 15.888,52 euros. Melilla fue la autonomía española que menos dinero gastó en juegos privados (casino, bingos y tragaperras), sólo 14,45 millones de euros, casi once millones menos que Ceuta, la penúltima región según los datos del último anuario del Ministerio de Interior correspondientes al pasado año.
De esos 14,45 millones, 8,79 correspondieron a casinos, 3,06 a bingos y 2,6 a máquinas.
Encabezando esta lista de gastos en juegos se encuentran las autonomías de Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana que concentran el 61,3 por ciento de la cifra total que asciende a 15.583,52 millones de euros.
Los madrileños son los más jugadores, con una inversión de más de 3.000 millones, de los que dos tercios se emplearon en las máquinas tragaperras, 490 se jugaron en bingos y 402, en casinos.
En Cataluña se gastaron más de 2.636 millones, de los que 1.769 fueron a parar a las tragaperras, 470 a los casinos y 396, a los bingos.
Los andaluces se dejaron 2.079 millones en estos juegos de azar, mayoritariamente en las máquinas, con 1.530 millones, mientras que los valencianos destinaron 2.005 millones, la mayoría también a las máquinas.
Únicamente Castilla-La Mancha y Navarra no cuentan con casinos en sus territorios, por lo que no obtuvieron ingreso alguno por las mesas de juego.
Melilla, Ceuta, La Rioja, Navarra y Cantabria son las autonomías menos jugadoras, con saldos de 14, 25, 127, 144 y 181 millones de euros, respectivamente.
La crisis parece que también ha hecho mella en los juegos, al pasar de los 18.285 millones de euros en 2009 a los 15.883 actuales, lo que supone un descenso del 13,13 por ciento.