El presidente del laboratorio de ideas, 'Europa Ciudadana' y profesor de Derecho Constitucional y Derecho Comunitario en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), José Carlos Cano, habla sobre la participación que debe tener Melilla en la Unión Europea.
- ¿Cuál es el motivo de su presencia en Melilla?
- Hemos elegido Melilla para presentar un informe que hemos preparado desde Europa Ciudadana. El año pasado hicimos un primer trabajo más escueto con todo el problema migratorio y del salto a la valla del 2022.
Sin embargo, hemos decidido volver a tratar una cuestión que nos parece interesante, un tema de gran trascendencia para las dos ciudades autónomas. Desde que fundamos esta asociación hace 11 años, nos hemos dedicado a lanzar a la opinión pública cuestiones relacionadas con la Unión Europea.
- Después de casi cuatro décadas de permanencia de España en la UE, ¿ha ocupado Melilla algún lugar en la Unión?
- Melilla y Ceuta evidentemente han tenido el lugar que les ha correspondido, en la medida en que no han podido participar de manera directa en el Comité Europeo de las Regiones. Creo que no se ha desarrollado de forma correcta la representación de intereses de Melilla ante las instituciones europeas.
De los 21 miembros que corresponden a España, 17 son directos para los representantes de comunidades autónomas y luego hay cuatro que se reparten entre varios municipios importantes, como Madrid, Barcelona, Las Palmas y Jerez.
Ahora mismo no hay una representación para Melilla y Ceuta en el órgano de representación que estableció el Tratado de Maastricht en 1992.
En nuestro informe hablamos mucho sobre los organismos de interacción con las instituciones europeas y luego ya nos centramos en las oficinas de representación. De ahí es cuando vino nuestra sorpresa que Melilla y Ceuta no tuvieran oficinas de representación, sino que tienen que funcionar a través de los esquemas que están previstos de cooperación con el Estado. Pero ese paraguas de la representación española no puede ser lo mismo que las que tienen el resto de las comunidades autónomas. Es una cuestión absolutamente legal, así lo ha reconocido el propio Tribunal Constitucional. No hay afectación de competencias de esa distribución competencial entre comunidades autónomas o ciudades autónomas y el Estado.
El hecho de que se abra una oficina de representación en Bruselas es algo absolutamente legítimo, es una opción política que nosotros desde este informe lo que hacemos es alentar. Creemos que es una opción, no solamente plausible, sino recomendable. Además está en el tintero, tanto en la agenda política de Melilla como de Ceuta. No estamos hablando de una de una hipótesis de trabajo lejana, es que está encima de la mesa.
- Desde la Ciudad se han propuesto mirar al norte, incluyendo a Europa para el desarrollo de Melilla, ¿considera esta una iniciativa acertada?
- Perdona que te corrija, pero Melilla es frontera de la Unión Europea. Esta es una cuestión que hay que incardinar en la mente del melillense. Se han puesto de manifiesto una serie de problemas relativos a Melilla y Ceuta, como el espacio Schengen o el hecho de que no gocen de un estatuto similar al que tienen las Islas Canarias. Melilla no es una región ultra periférica. Es muy difícil determinar cuál es la situación real de un territorio que en este caso no es periférico, sino que está constitucionalmente integrado en el Reino de España.
Por lo tanto, mirar al norte supondría una mayor implicación en los centros de decisión de Europa. Esto es, tener un representante que diariamente represente los melillenses y sus intereses frente a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo.
La oficina de representación pondría encima de la mesa a Melilla en las instituciones europeas. Si queremos realmente apostar por esa posición estratégica, sería muy interesante potenciar su establecimiento.
- Se habla mucho de las posibles injerencias marroquíes en nuestra ciudad, ¿cómo puede Bruselas ayudar a Melilla en esta cuestión?
- El informe toca de forma tangencial ese tema. Has citado un país con una relación privilegiada gracias a los acuerdos vigentes con la UE. Lo que sí es cierto es que desde las instituciones no se toma conciencia de las ciudades autónomas como plazas de soberanía cuya realidad está confrontada por su cercanía con un vecino complejo. No obstante, creo que a más de 2.000 kilómetros de Bruselas, la cuestión se complejiza.
Lo que tiene que asumir Bruselas es que los intereses de los melillenses son los intereses de la Unión Europea. Por lo tanto, hay una labor pendiente de trabajo, concienciación y de transmitir cuáles son los hitos relevantes en esa relación.
- Un punto caliente en la UE y en Melilla es la inmigración, ¿cómo cree que debe afrontar la Unión esta materia?
- Este es un problema evidente. No se puede olvidar que el ejercicio de la competencia de la regulación del estatus jurídico del visado europeo pertenece a Bruselas. Esto nos deja claro que Melilla necesita tener una interlocución muy cercana delante de esos órganos decisorios en los cuales se tratan estas cuestiones de cómo articular el funcionamiento de Schengen de una manera correcta.
No se puede poner el grito en el cielo porque de repente haya una serie de entradas masivas, además con la afectación de derechos fundamentales que ponen en entredicho la imagen, no de Melilla sino de la Unión Europea. Yo cambiaría un poco el foco. El problema es comunitario, por lo que se ha de tratar desde Bruselas.
Antes de la tragedia del 24J, había muchos europeos que no conocían Melilla. En la Facultad de Derecho, que es donde me gano la vida, tengo muchos alumnos extranjeros y muchos no oyeron hablar de Melilla hasta hace dos años. Sin embargo, la ciudad ha estado en la agenda y habría que sacar provecho de ello.
- Háblenos de Europa Ciudadana, ¿cuáles fueron los motivos de su fundación hace más de una década?
- Europa Ciudadana es una asociación ciudadana, fundamentalmente académica, sin ánimo de lucro. Siempre tratamos cuestiones que tengan relación con la actualidad de la Unión Europea, es decir, con trascendencia para España y para la Unión.
Hemos trabajado temas de economía circular, temas de mejora del mercado del audiovisual en Europa y hemos trabajado mucho sobre el Parlamento Europeo. De cara a las Elecciones Europeas de junio publicaremos algo.
- Mañana se conmemora el Día de Europa, ¿cuál es el estado actual de la Unión?
- Por primera vez desde su fundación, la Unión Europea se está viendo confrontada por problemas de trascendencia fundamental para su supervivencia. El mes que viene se van a producir unos comicios que son muy trascendentales, porque se pueden producir hechos históricos, por ejemplo, con todo el auge de los partidos de extrema derecha. Las encuestas de intención de voto dan unos resultados que constatan una realidad que tiende hacia ese lado.
Además hay otras cuestiones. Por un lado tenemos el reto del Pacto Verde Europeo y también tenemos la guerra de Ucrania. Desde su fundación no se había hablado de defensa en las instituciones comunitarias, pero ahora está encima de la mesa.
- Siempre se ha hablado de la Europa a dos velocidades y desde hace unos años existen recelos entre los países del norte y del sur, ¿qué visión tiene de esta cuestión?
- Respecto al tema de los fondos y la discusión sobre quién asumía la deuda de los países del sur; yo no diría que hay una confrontación, pero sí que hay una incomprensión por parte de algunos países de ese eje de naciones que se sitúan por encima de Bruselas.
Me parece que sería muy positivo que se conozca mejor la realidad. Melilla no es un enclave, sino que es una ciudad autónoma de España. No tiene un régimen especial, como el caso de Heligoland, en Alemania. Sin embargo, allí la primera bandera que ves es la europea, pero aquí hay muchas más banderas de España que de la Unión Europea, si pudiera, yo lo cambiaría.
- Los españoles tienen una opinión inmejorable de la UE en comparación con otros Estados, ¿a qué cree que se debe?
- España siempre ha tenido un sentimiento europeísta muy superior a la media europea. Creo que España es un país que siempre ha salido ganando de su participación en el núcleo de Europa y no me refiero sólo en términos económicos.
España es un baluarte de la integración europea y, por lo tanto, a mí me parece que nuestro país tiene mucho que decir, pero Melilla también.
- ¿Cómo considera que puede ser la Unión Europea atractiva a los ciudadanos?
- Se puede hacer atractiva a la Unión Europea a los ciudadanos, porque todos disfrutamos diariamente de ella. Evidentemente, yo no he pasado ningún control fronterizo para venir a Melilla y cualquier ciudadano de la Unión Europea que venga a Melilla entra en territorio Schengen. Por lo tanto, con matices, se tiene una libertad de tráfico y circulación excelente.
Hay circunstancias que el ciudadano da por consolidadas, como tener una moneda común, que son algo habitual y que demuestran que la integración europea nos ha unido.
La UE nos ha unido como nunca a los europeos y eso es un hito histórico que hay que salvaguardar, tomando en consideración las singularidades de cada lugar por supuesto.
Por ello, los países europeos deben entender que lo que sucede aquí no son asuntos históricos de los españoles con Marruecos, eso es falso. Esto es la Unión Europea y por tanto, lo que sucede aquí tiene una trascendencia sobre el resto de la ciudadanía comunitaria y del resto de España.
- Para finalizar, le pido un plazo de 5 años para preguntarle, ¿qué puede hacer Melilla de cara a esta nueva legislatura comunitaria que va a comenzar?
- No conozco la situación exacta de Melilla. Simplemente recordar al ciudadano que más del 60 % de la legislación que aquí se aplica proviene de Bruselas.
Considero que cualquier posición política que realmente quiera trasladar los intereses de los melillenses. de manera eficaz y efectiva. no tiene que pasar solamente por Madrid, sino que tiene que tener la referencia de Europa.
Pero para los colegas del partido , eh? Y bien remunerado, que conste.
Y ahora a quien hay que colocar a cargo melillenses? Que pariente o amigo o amigo del amigo falta?