El general Salvador Fontenal Ballesta dio cuenta de las principales operaciones militares que se llevaron a cabo en las cercanías de Melilla en torno al año 1911.
El Casino Militar se convirtió de nuevo en el escenario de una conferencia enmarcada en las jornadas culturales que se llevan a cabo todas las semanas. En esta ocasión fue de nuevo el general Salvador Fontenla Ballesta quien salió a escena para disertar sobre la campaña militar del Kert, en 1911, pues el análisis de las operaciones militares que se llevaron a cabo en esta zona cercana a Melilla centraron la charla.
Así, hay que retrotraerse a los momentos posteriores al desastre del Barranco del Lobo, en el monte Gurugú, en 1909 para comprender el desencadenante de la campaña, pues en principio, la intervención militar española en el Rif se circunscribía a la zona colindante con la ciudad hasta las conocidas minas del Rif.
En este sentido, los ataques de las Kábilas vecinas a la ciudad no terminaron sólo con la intervención militar de 1909, intentando salvar la construcción de la vía férrea que unía Melilla con las minas sino que generó una pequeña sublevación de las tribus vecinas a las ciudad, pilotada por el caid Mohamed Amezianne.
Éste puso en jaque a las tropas españolas, que finalmente intervinieron en la zona circundante a Melilla hasta la línea del Kert. Estamos en 1911 y las operaciones militares salieron adelante gracias a la captura del caid, quien fue abatido por las tropas Regulares. En cualquier caso, la intervención también vino motivada por la penetración que Francia había realizado en su zona de Protectorado, aún no definida del todo en el tratado que debía firmar con España.
Ante ello, el Ejército español hizo lo propio con Larache y Alcazarquivir, aunque el Kert quedaba muy lejos. Los combates terminaron debido a la captura y muerte del caid Amezianne, lo que desbarató la débil unión que existía en tre las kábilas de la zona, permitiendo al Ejército español alcanzar sus objetivos, que no eran otros que llegar a esta zona.
Éste fue el límite del avance, que no volverá a ponerse en marcha hasta firmado el tratado de Algeciras un año más tarde, en 1912. Pese a ello, a partir de entonces cobró un cierto ímpetu la acción política sobre la militar para adentrarse en el territorio concedido a España a partir de ese tratado y cuyo colofón fue el desastre de Annu al.