Para implantar eficazmente un plan de actuaciones es necesaria la implicación de la Administración.
La idiosincrasia de Melilla basa sus desplazamientos en vehículo privado, por ello, la principal actuación para conseguir un modelo de movilidad sostenible pasa primeramente por la sensibilización y concienciación ciudadana para que así las Administraciones Públicas elaboren un plan de actuaciones, ya que “hay que cambiar los hábitos de los ciudadanos porque son ellos los que marcan las actuaciones que deben realizar la Administración”.
No obstante, esta labor debe complementarse con ofrecer posibilidades reales de que los melillenses utilicen el transporte público: “Hoy día no puedes pretender que una persona utilice el autobús si tiene que andar 500 metros para llegar a la parada”, apuntó a ‘El Faro’ la directora del Observatorio de Sostenibilidad de Melilla, Mabel Cotaina.
Ella es la encargada de realizar el estudio de movilidad sostenible que Guelaya comenzó el pasado año con la elaboración de una encuesta a 223 melillenses sobre este aspecto. “Es el primer paso para hacer un esbozo de la situación de la movilidad en Melilla y saber qué es lo que demandan los ciudadanos”, comentó.
Ahora la directora del Observatorio se encarga de analizar todos los datos recogidos en la encuesta y complementarlos con los datos de estadísticas nacionales sobre número de vehículos por unidad familiar, los desplazamientos que los ciudadanos realizan cada día como media y qué medio de transporte utilizan principalmente.
Se trata de establecer los principales indicadores sobre el tráfico en Melilla, la utilización de los diferentes usos del transporte público, su densidad, el índice de accidentalidad, seguridad ciudadana, consumo y costes.
Cotaina se ha venido informando de todo ello a través de la Dirección General de Tráfico, los datos de la Ciudad Autónoma y en materia de transporte urbano, con la empresa COA de Melilla, de la que destacó que su uso por parte de los ciudadanos “supone aún un desprestigio y no se sabe por qué”, por lo que, apunta a un “lavado de cara” de la utilización del autobús como medio de transporte teniendo en cuenta la renovación y transformación que ha tenido la flota de la COA en los últimos años.
Cabe recordar que este proyecto de Guelaya y el Observatorio se lleva a cabo a través de los Planes de Empleo de la Delegación del Gobierno .
Tercera Fase: el Plan de Movilidad Sostenible
El proyecto de Guelaya a través del Observatorio de Sostenibilidad pretende ser un documento al que las Administraciones Públicas puedan acudir para elaborar un Plan de Movilidad Sostenible que concrete las actuaciones a llevar a cabo para fomentar este modelo en la ciudad de Melilla. No obstante, hay consultorías por toda España con personal especializado en la elaboración de estos planes. Un ejemplo de Movilidad Sostenible que sigue Melilla como un modelo es el elaborado en Vitoria-Gasteiz al tener una población y dimensiones parecidas a las de la ciudad autónoma y que ha introducido el carrilbici y peatonalizado calles céntricas ubicadas en el casco histórico. No hay duda de que hoy día la movilidad sostenible está calando poco a poco en las ciudades. De hecho, Cataluña es una de las autonomías en las que es obligatorio tener un plan de movilidad sostenible en ciudades de más de 100.000 habitantes. “Algo que se podría aplicar en Melilla teniendo en cuenta que con la población flotante sí supera este umbral de habitantes”, comentó Cotaina.