La ONG señala que el 19’2% de la población en Melilla está en situación de pobreza extrema con menos de 243 euros al mes. EAPN Melilla ha comenzado a trasladar sus propuestas para una Estrategia Local de Inclusión Social a los diferentes grupos políticos de la ciudad haciendo hincapié en la importancia de reducir las altas cifras de personas en situación de pobreza extrema y severa que soporta la ciudad. En este sentido, la red de entidades sociales melillense, además de destacar que el 27,8% (19.875 personas) se sitúan en el umbral de pobreza, recuerda que lo más preocupante si cabe es que el total del 19,2% (13.792 personas) está en situación de pobreza extrema y grave con ingresos inferiores a 243 mensuales.
EAPN Melilla pide a los grupos políticos que se impliquen con responsabilidad y que integren en sus programas objetivos y acciones cuantificables y evaluables tal y como se propone desde la UE a través de la Estrategia Europa 2020.
Por otra parte, dada la altísima cantidad de personas en situación de pobreza, EAPN Melilla recuerda que el Reglamento Regulador de Medidas para la Inclusión Social de Melilla (BOME NUM 3907) data del año 2002. Por ello la Red estima que sería necesario hacer una reflexión sobre los logros y las limitaciones de lo hecho hasta ahora en política social, y dar un paso cualitativo y operativo hacia el desarrollo de una política social acorde a la nueva estrategia europea 2020.
“Definir un modelo social de ciudad, hoy adquiere una dimensión estratégica y esencial y permitiría que ciertos acuerdos adquiridos fueran transversales a los ciclos políticos, pues el modelo de ciudad debe ser el mismo para todos los colores, de ahí la importancia de definir y consensuar tal modelo”, señala EAPN.
“Un elemento fundamental dentro de la Estrategia de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión para Melilla, es la puesta en marcha de un Pacto Local por la Inclusión, es decir, un acuerdo político que contemple la visión de todos los partidos para conseguir un compromiso compartido por todas las fuerzas políticas para hacer de la inclusión un proyecto de ciudad en el que se comprometa el conjunto de la administración y se implique activamente a los actores sociales, en especial al Tercer Sector, reforzando así su papel de agente social”, concluye.