{jathumbnail crop="undefined" /}La presentadora de la gala y el actor Paco Gámez incidieron en el esfuerzo del Gobierno Imbroda por llevar a buen término el proyecto de dotar a Melilla de un espectacular y monumental teatro.
La inauguración ayer del Gran Teatro Kursaal se convirtió en todo un canto al mundo del espectáculo, la representación y el Arte de Talias.
En una cuidada gala, que comenzó justamente a las 20.15 horas, cuatro actores, presentados e introducidos en el escenario por la maestra de ceremonias, la periodista de TVM, Fadela Mohatar, fueron desgranando el por qué de la importancia para Melilla del nuevo Kursaal, así como el valor mismo del teatro como fuente de riqueza cultural y reflexión sobre la vida misma.
El melillense Paco Gámez, arropado por tres figuras femeninas que en los colores de sus vestidos reproducían las banderas de España y Melilla, fue el primero en intervenir, con un laudatorio discurso por la obra de recuperación parcial y reconstrucción en gran parte del antiguo Kursaal, y el acierto del presidente Imbroda y su equipo de Gobierno a la hora de afrontar el macro proyecto que ha permitido dotar a Melilla de un gran teatro.
Tras él, el joven actor melillense, Fran Bravo, cuyas apariciones en algunas series televisivas está brindándole su mayor proyección actual, fue el segundo en aparecer en escena. El joven actor realizó desde un principio toda una interpretación en la que se preguntó qué nos hacía sentir el teatro más allá de la disposición pasiva del espectador a ver qué se le mostraba en el escenario.
Su intervención fue un monólogo que en el deseo de ensalzar las artes escénicas tuvo su denominador común y que, finalmente, remató con un poema que dio pie a la actriz Blanca Marsillach a recitar, por su parte, los versos más conocidos de Santa Teresa de la Cruz.
Finalmente, Alejandra Torray, aprovechó su momento para realizar también una encendida defensa del valor del teatro y de la importancia de contar con unas instalaciones como el Kursaal para contribuir al mayor desarrollo cultural de la sociedad.
La actriz, hija del realizador y escritor melillense, Guerrero Zamora, cuyo busto preside la planta segunda del Kursaal junto al del actor melillense José Tallaví y el del dramaturgo de origen melillense también, Fernando Arrabal, agradeció especialmente al presidente Imbroda el homenaje que se ha brindado a su padre.
Plato fuerte
Como plato fuerte, actuó la Orquesta y Coro Ciudad de Melilla, encargada de afrontar el primer espectáculo en el nuevo y Gran Teatro Kursaal, con un pulcro y variado concierto de piezas contemporáneas y tradicionales, en las que tuvieron mucho peso durante la segunda parte varios temas de la Zarzuela.
A modo de colofón, los himnos de Melilla y España, que consiguieron poner en pie a un público muy seleccionado por el servicio de Protocolo de la Ciudad Autónoma para esta primera e histórica gala en el nuevo y Gran Teatro Kursaal de Melilla.
Hoy, a las 20.00 horas, la Orquesta y Coro de la Ciudad volverá a repetir su programa de ayer, nuevamente ante un público invitado para la ocasión con el fin, según se ha dicho desde el Gobierno local, de que estos actos inaugurales pudieran ser vistos por una amplia representación de la sociedad melillense.
Próximos espectáculos
El nuevo y Gran Teatro Kursaal no volverá a abrir sus puertas hasta el próximo 4 de abril, en que comenzará a acoger, hasta el día 10 del mismo mes, la III edición de la Semana de Cine que, bajo la dirección del melillense Moisés Salama, organiza la Consejería de Cultura en colaboración con el centro local de la UNED.
Ya los días 16 y 17 de abril se representará en su magnífico escenario una obra de teatro. En concreto, ‘El Pisito’, tan popular gracias a la maestría con que José Luis López Vázquez lo interpretara en el cine, y que a Melilla llegará de la mano de Juanjo Seoane como productor, Pedro Olea como director, y Pepe Viyuela, Teté Delgado y Asunción Balaguer en los papeles protagonistas.
Los precios para esta primera obra serán de 12 euros para butacas y platea, y de 10 euros para el anfiteatro.
Ya el 28 de abril, será la Compañía Nacional de Danza, con un espectáculo en tres partes y coreografías de Nacho Duato, la que continúe la programación inicial para el nuevo y Gran Teatro Kursaal.
Los espectáculos inicialmente previstos continuarán del 12 al 14 de mayo con la representación por parte de la Orquesta Sinfónica de la Zarzuela ‘La Canción del Olvido’ y finalmente, el día 21 de mayo, Fernando Argenta, volverá a Melilla con “El conciertazo”, un espectáculo que con la participación de nuevo de la Orquesta Sinfónica pretende acercar al público de todas las edades la magia de la música clásica.
Espontáneo y sonoro “¡Viva España!” como colofón al himno nacional
Una voz espontánea remató ayer el himno sin letra de nuestra Nación. Un sonoro ‘Viva España’ que puso la nota final a la soberbia interpretación que la Orquesta de Melilla hizo de la melodía que sirve de insignia musical a nuestro país.
El público, ya en pie, no volvió a ocupar los asientos cuando los sones del himno a Melilla de Ana Riaño comenzaron a escucharse y las voces del Coro ‘Ciudad de Melilla’ empezaron a entonar la lograda letra de la fallecida cantautora melillense, que en su composición logró aunar el mosaico multicultural que caracteriza a nuestra tierra.
El soberbio final tuvo mucho más que un aperitivo, porque si bien estuvo la primera parte, toda musical, con composiciones varias que mezclaban desde las conocidas melodías de Star Wars con piezas tan variadas como el Danzón nº2 de Arturo Marquez o la Fanfare for the Common Man de Aaron Copland; más racial e intensa estuvo la segunda, gracias a las interpretaciones por parte de Sebastián Alarcón y María del Carmen Gálvez de piezas de zarzuelas tan conocidas como ‘Luisa Fernanda’, ‘El Barberillo de Lavapiés’ o ‘La Taberna del Puerto’ y de las operas ‘El Barbero de Sevilla’, la Carmen de Bizet o La Traviata, cuyo brindis resultó espectacular gracias a su interpretación polifónica por parte del Coro oficial del a Ciudad.
Imbroda: “Un hombre sabio o más que sabio para algunos”
El exdirector de Arrabal y actual responsable del área de artes escénicas del Centro Unesco en Melilla sorprendió ayer con su discurso acompañado de coreografía, al arroparse de tres figuras femeninas, con apariencia de bailaoras, que en las inflexiones y cambios de registro de su declamación iban trocando sus poses en un ejercicio de belleza y simbolismo.
Gámez, junto con Fadela Mohatar, fueron los encargados de detallar la obra que se ha realizado en lo que era el antiguo Cine Nacional y almacén anexo, con el fin de recuperar el histórico Kursaal.
En el caso de Gámez, con un carácter especialmente laudatorio al presidente Imbroda, al que calificó de “hombre sabio o más que sabio para algunos”.
El nuevo y Gran Teatro Kursaal, fruto de una inversión de 13 millones de euros, diez en equipamientos y tres en la compra de los antiguos edificios que lo conformaron primigéniamente, se reparte actualmente en ocho plantas, tiene capacidad para 766 butacas, y espacios múltiples que realmente lo convierten también en un Palacio de Congresos, al contar con salas para ensayos, aulas para cursos y conferencias, cabinas de traducción y proyector de películas en 3D.
Todo lo anterior lo hace apto para acoger un amplio abanico de espectáculos y convocatorias, como las de hecho tendrá que albergar sobre todo a partir de que se someta a reforma el PEC.
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