La consejera de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad, Elena Fernández Treviño, aseguró a El Faro que la demolición del antiguo hotel Asia, luego hotel Colón, en el Rastro, tan sólo pasó por la Comisión de Patrimonio en abril a título informativo, y ello debido a “su relevancia”, ya que el edificio se encuentra fuera de la zona de Bienes de Interés Cultural (BIC), por lo que su Consejería no tiene competencias sobre esta materia.
Según explicó Treviño, las competencias de los edificios que se encuentran fuera de ese entorno, e incluso de aquellos que se encuentran dentro, para los trámites de declaración de ruina corresponden a la Consejería de Infraestructuras, mientras que Patrimonio “lo que hace a veces es apercibir a los propietarios de que están dejando el edificio en estado de abandono (en el caso de que esté protegido) y, llegado el caso, darse por enterado de que el propietario no ha hecho nada”.
En ese momento, o bien sancionan o bien dan por hecho que no se ha podido hacer más. En el caso que nos ocupa, sin embargo, insistió, el edificio no está en el entorno protegido, por lo que no tenían competencias.
La consejera detalló que, cuando un edificio, como este, está en estado de ruina y, además, fuera del entorno protegido, “poco más” se puede hacer desde la Comisión de Patrimonio.
Por lo tanto, es la Consejería de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte, a cargo de Rachid Bussian –quien también forma parte de la Comisión de Patrimonio, de la que es vicepresidente-, la que ha hecho el seguimiento durante todo este tiempo.
Una delimitación incorrecta
Preguntada por la posibilidad de restaurarlo, Treviño insistió en que no depende de ellos, y aprovechó para dejar caer que, desde su punto de vista, “la delimitación de los edificios protegidos no se hizo correctamente”, ya que, tal como ella lo ve, “hay edificios dentro de esa limitación que no tienen relevancia histórico-artística y otros que se han quedado fuera, como este, que sí”. “Es decir, que, en su momento, la delimitación no se hizo como debía hacerse”, incidió la consejera, quien añadió que, por tanto, no le pueden “exigir nada a la empresa que vaya a levantar el proyecto sustitutorio”.
Para Treviño, aunque hacen “mucho más de lo que parece desde Patrimonio”, deberían hacer “mucho más”, especialmente en edificios como este, cuya demolición supone “una verdadera pena”. “Para mí, es lamentable que lleguemos a este punto”, añadió.
Así, lo que se ha hecho es proponer a la Consejería que dirige Bussian que se le confiera protección ambiental en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que supuestamente se tiene que hacer y en el que se incluirán nuevos edificios.
De pena nada, últimamente se ha puesto de moda pensar que todo lo viejo es patrimonio o es de interés y no es verdad. Hay muchos edificios a los que últimamente se la ha puesto algún grado de protección de forma injustificada, siendo un edificio vulgar de la época, cuyos promotores (querían gastarse lo menos posible) lo edificaron sin grandes pretenciones aunque con un diseño descaradamente pretencioso y cuyo único mérito es el de haber llegado a nuestro días. Edificios insalubres cuyos muros están en contacto con el terreno sin interposición de impermeabilizante y que sufren de humedades. Construidos con materiales de construcción pobres, molduras prefabricadas etc. Con un sistema constructivo que ya era una auténtica basura para la Época como por ejemplo el uso de vigas metalicas empotradas en muros de asperon.
En Melilla hay patrimonio que debe ser protegido pero hay un par de individuos que andan inventando un patrimonio inexistente para tratar de justificar un su desempeño pero es igualmente nocivo. Hay edificios viejos que por un esgrafiado en la fachada (dibujo con plantilla) no puede ser demolido, cuando es algo que se podría reproducir en una nueva edificación aunque repito era algo vulgar o simplemente por tener una parte de la fachada en voladizo el edificio esta protegido y no puede ser sustituido. Simplemente lamentable. Patrimonio no es esto. Pero como la gente no entiende de estas cosas, nadie les discute y asi estamos en las manos de estos señores.
Aquí lo que pasa es que especuladores y promotores están nerviosos porque ven acercarse el fin de la impunidad que han tenido para derribar edificios protegidos simplemente cerrándolos y dejando que se caigan durante unos años, con la vista gorda, por no decir complicidad de la consejería de Fomento e Infraestructuras, y en ocasiones forzando la expulsión de inquilinos que llevaban toda la vida pagando religiosamente como ha ocurrido con varios edificios modernistas en el Tesorillo a los que incluso se les provocaba la ruina negándose a hacer reparaciones. Ni siquiera el B.I.C. les afectaba porque todas las estrategias para burlarlo eran toleradas en la ciudad. No es que no entendamos de estas cosas, es que entendemos demasiado. Todo edificio antiguo tiene sus problemas, pero para cada uno hay algún tipo de solución y ésta no es tirarlo y hacer un falso histórico como aquí se defiende, porque el modernismo de Melilla tiene interés como conjunto.
Debe ser usted uno de los aludidos. Un edificio viejo no tiene porque mantenerse. Debe estar muy justificado. El haberse construido durante la época modernista en melilla y que se halla construido incorporando elementos de dicho movimiento no significa gran cosa. Lo que hay es buena o muy buena arquitectura y mala o muy mala. La Mala no tiene interés ninguno... solo gente con un equivocada interpretación de la conservación puede justificar mantener un edificio que ya en la época era una basura. Lo que hay que hacer es obligar a que se haga buena arquitectura. Lo dicho, el hiperventilado personalismo y ego de unos pocos que creen saber mucho y en realidad no saben tanto.