Quién debería pensar que estamos en precampaña electoral sería el consejero de Deporte. Quién debería pensar que hay un convenio con la Federación de Fútbol congelado porque hay una investigación en marcha, es él. Quién primero debería saber que una intensa labor de investigación de TVM ha dejado claro el despilfarro, desahogo, y desfachatez de un viejo amigo del consejero, es él. Quién debería recordar todo esto, es Robles.
Pero el consejero no asume responsabilidades, no pide la dimisión de Martínez, ni dimite él, no pide perdón, no. El consejero está para tratar de burlar al Gobierno en sus narices, en el seno del Consejo, inventarse el ardid de unos gastos (campo) que no existen, para pagarlos después a quien debe inventar (Diego) que ha de cobrar lo que otros tienen que pagar (los clubes) porque ellos a sí mismos se obligan a pagar lo que nunca pagaron, pero eso sí, con dinero que saca el consejero con apariencia de legalidad y acaba en la bolsa de la Federación (Diego, Yeye y otros...): unos 300.000 euros estimados. ¿No se entiende? Es normal, hasta que se publicó en el BOME. Ahora el Gobierno anda alarmado en silencio mientras TVM anda ahorrándole a las arcas lo que Robles pretendía llevarle a Martínez.