Evidentemente, en los tiempos que corren, quedarse sin empleo es toda una faena, sean de cuatro, una o 20 personas, aunque hay que saber analizar los motivos y desde luego culpar de ello a quien es responsable y no apuntar en todas direcciones.
Queda claro que los trabajadores que desempeñaban su función en el quiosco del Parque Hernández están sin trabajo; pero si no tienen argumentos para desmentir al máximo responsable de Medio Ambiente de la Ciudad, a quien culpan de tal decisión, la protesta de ayer carece de sentido y la medida no deja de estar dentro de la legalidad.
El establecimiento no contaban con los correspondientes permisos de Sanidad y el empresario al que se le adjudicó la gestión intentó subarrendarlo por un precio superior al establecido por la Ciudad.
¿Por qué, entonces, no lanzar las críticas y las protestas contra este empresario? Cada uno debe aprender a asumir su responsabilidad y desde luego en este caso, parece más que claro que en ningún caso le corresponde al área de Medio Ambiente y sí a quien incumplió las normas. Mal consejo el seguido, si es que se dejaron aconsejar.