Hoy, 31 de mayo, se celebra el Día Mundial sin Tabaco. El Faro ha salido a la calle para comprobar, si después de la implantación de la Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo aprobada en 2005, los melillenses siguen fumando en espacios en los que está prohibido.
Espacios en los que está prohibido fumar
El 1 de enero del año 2006 entró en vigor la Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo. Esta ley regulaba el consumo, venta, suministro y publicidad del tabaco.
Con esta nueva normativa, se prohibía fumar en espacios públicos y se obligaba, a los lugares en lo que no estaba prohibido, a separar una zona para los fumadores. Durante estos años todavía se podía fumar en bares, restaurantes y cines pero en zonas habilitadas para ello. Con esto se pretendía proteger, sobre todo, a los menores de edad de los perjuicios del tabaco.
Fue en 2011 cuando estas restricciones se ampliaron, con una modificación en la anterior ley antitabaco. A partir de este año, ya no se podía fumar en terrazas de bares, inmediaciones de centros sanitarios y educativos o parques infantiles. Tampoco se permitía tener espacios para fumadores en los lugares donde estaba prohibido como aeropuertos, salas de fiestas o restaurantes cerrados.
Respeto de las normas en Melilla
En Melilla, El Faro ha acudido a esos lugares donde desde 2011 se prohibe fumar. Once años después de que se impusieran estas limitaciones a los fumadores, hay espacios en los que parece que se respeta.
Es el caso de un bar de Melilla situado en pleno centro. Uno de sus camareros ha explicado que en la terraza de su bar, los consumidores no suelen fumar. "La gente respeta".
Después de la pandemia, cuando se pusieron restricciones a la hora de fumar en espacios públicos donde no se respetada el metro y medio de distancia con otras personas, este camarero que no ha querido dar su nombre, cuenta a El Faro que no tuvieron ningún problema en su bar. No hubo ningún altercado y los clientes respetaron que no se pudiera fumar.
Otros de los lugares donde está terminantemente prohibido fumar es cerca de los centros sanitarios. Este diario se ha trasladado hasta uno de los centros de salud de la ciudad, concretamente el de la zona centro, para comprobar si todavía hay ciudadanos que no respetan los límites y fuman cerca de la entrada.
Durante más de media hora, todas las personas que fumaban en la calle cerca del centro de salud, se iban lejos de la puerta.
Ha habido algunos ciudadanos, que nada más salir de este centro sanitario, han sacado de sus bolsillos el paquete de tabaco pero no lo han encendido hasta que estaban lejos de la entrada.
Todos aquellos fumadores que pasaban muy cerca fumando, no se paraban cerca del centro de salud, y simplemente iban andando por la calle con la casualidad de pasar cerca.
En la calle en general, si que se veían muchas personas encendiendo un cigarrillo nada más salir de tiendas o del trabajo, lo que parece demostrar que las leyes han hecho que se consuma menos tabaco, pero que sea lo primero que se hace al salir a espacios abiertos donde sí que está permitido.
¿Por qué se fuma?
El Faro ha hablado con personas de distinta edad o sexo para comprender por qué las personas fuman, sabiendo que es perjudicial para su salud, y si han intentado dejarlo alguna vez.
- Por la sociedad. Algunas personas son fumadores sociales y solo lo hacen cuando están en reuniones con más gente. Es el caso de Claudia, una joven de 26 años, se solo fuma cuando bebe. Normalmente, ha contado, cuando sale de fiesta con sus amigos fuma porque le gusta y le apetece en este tipo de ambiente, pero luego no consume el tabaco en su día a día.
- Porque lo vieron en sus casas. Que los padres fumen es un aliciente para que los hijos hereden esta costumbre y se inicien en el tabaco. Es algo que los niños ven en casa normal e imitan las costumbres de sus padres. Es lo que le pasó a César, un malagueño que vive en Melilla y que lleva fumando desde los 17 años, aunque de pequeño lo odiaba. Al principio lo hacía porque en el instituto tenía relación con personas que fumaban pero fue durante su época de la universidad cuando comenzó a fumar diariamente. Su padre dejó de fumar hace 6 años y él lo ha intentado sin éxito.
- Por ansiedad ante una situación que produce estrés. Hay personas que ante una situación que no pueden o no saben resolver, les genera tanta ansiedad, que prueban el tabaco y luego es difícil para ellos dejarlo o simplemente solo fuman cuando tienen estrés. Es el caso de Antonio, un joven de 26 años que comenzó fumando en fiestas, y que cuenta a El Faro, que para él no era un vicio ni una necesidad, pero que una época en la que se encontraba mal de ánimos, fumaba cuando se sentía estresado y lo cogió por costumbre. Ahora cada vez que siente ansiedad fuma. Él no se ha planteado dejarlo.
- Porque engancha. La mayoría cuando lo prueban no pueden dejarlo. Es lo que piensa Mariví, una melillense que fuma desde hace muchos años. Ella ha explicado que cuando intenta dejarlo, el estrés que le produce, le hace fumar más. Cuando estaba embaraza intentó dejar de fumar pero no lo consiguió hasta que tuvo a su bebé. Lo hizo, dice, por él y no por su salud y por eso le fue mucho más fácil dejarlo por un tiempo.
Aunque estas personas no han conseguido dejar de fumar, otras como Mari Ángeles sí que lo logró de un día para otro. Esta melillense explica, que debido a su colesterol hereditario, el médico le advirtió de que tenía una mayor posibilidad de sufrir un ictus. Tal fue la conversación que tuvo con su hija, que Mari Ángeles le prometió que los cinco cigarros que le quedaban iban a ser los últimos de su vida, y así fue. Tres años y medio después sigue cumpliendo su promesa.
El futuro
El Gobierno pretende aprobar antes de que termine el año, una restricción mayor en el consumo de tabaco en distintos espacios. Entre los lugares que esta nueva ley pretende restringir están: los coches, terrazas de bares y restaurantes, playas y parques.