El Ministerio del Interior terminará en un plazo aproximado de dos meses la segunda fase de modernización del perímetro fronterizo que se está acometiendo en Melilla y que, entre otras cuestiones, conllevaba coronar lo que restaba de valla con los llamados ‘peines invertidos’.
En una entrevista a la televisión pública local, la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, ha explicado que, cuando acaben los trabajos que se están desarrollando para esa segunda fase, el Gobierno se centraría en la mejora del paso de Beni-Enzar con la colocación de controles que sirvieran no solo para la entrada sino también la salida de las personas.
Según Moh, ello “va a suponer un salto de calidad” en el control de la frontera terrestre, en cuya reapertura gradual y acordada ha confiado que sirva “como punto de partida para poder seguir con esta dinámica de una frontera organizada, segura y con un buen funcionamiento y que vele por el interés general y repercuta positivamente en ambos países”.
Ha señalado que en esta tercera jornada menos de 700 vehículos han transitado entre Melilla y el país vecino y, en cuanto al paso de ciudadanos a pie, no ha llegado a 1.900 personas.
“Hemos tenido unos tránsitos pre-pandemia bastante significativos, llegamos a tener 100.000 tránsitos diarios y, en algunos puestos fronterizos como el de Barrio Chino, pasamos de tener 8.000-9.000 a 12.000 personas”, ha recordado.
Por ello se ha procedido a una apertura de manera gradual y con unos perfiles muy tasados “para ver el impacto y para ver cómo se van sucediendo las diferentes fases que se vayan acordando”, aunque ha dejado claro que la frontera de esta nueva etapa “no va a ser como la que conocíamos”.
Sobre la reapertura de la aduna comercial, ha dicho que es “un tema complejo no por el hecho de reabrirla en sí, sino porque tiene que quedar todo perfectamente definido para que después no volvamos a tener ninguna consecuencia negativa al respecto”, ha explicado.
Moh también ha recordado que esta cuestión lleva aparejada no solo la reapertura de la aduana comercial en Melilla sino también el establecimiento de la de Ceuta, donde no existía previamente y que todo ello se está tratando en el mismo foro.
“La aduana comercial está establecida en una hoja de ruta sobre la que está trabajando”, ha explicado, al tiempo que ha recordado que antes de la pandemia se establecieron grupos de trabajo y se materializaron reuniones para abordar este tema, por lo que ese trabajo también ha servido de base para el debate que mantienen ambos países al respecto.
En cuanto a la Operación Paso del Estrecho (OPE), la Delegación del Gobierno está trabajando en la redacción de un Plan Director por si finalmente pasa por Melilla, y en unos días habrá reuniones con los agentes implicados para cerrar todo.
Ha admitido que “habrá algún momento que será inevitable” que haya aglomeraciones debido a que “son muchas personas que intentan trasladarse por un mismo punto a una misma hora”, aunque la intención es poner los mecanismos pertinentes para que no se produzcan.
En este sentido, ha avanzado que en los próximos días abordará con la Ciudad Autónoma el establecimiento de una zona para acoger el embolsamiento de los vehículos mientras esperan su turno para hacer la documentación de acceso a Marruecos.