He revisado las redes sociales de la consultora Gad3 para ver si habían compartido la encuesta que han hecho para el PP de Melilla y que, según la lectura de los datos realizada por Juan José Imbroda, deja al PP al borde de la mayoría absoluta. Pero no he encontrado ningún dato extra que ayude a valorar los resultados al margen de pasiones y fobias.
Este sondeo de Melilla no lo encuentro. Está la que hicieron para ABC en abril, la de las andaluzas... En fin, esperaremos a ver si nos dan más elementos para evaluar la posibilidad real del éxito del PP local que, por otro lado, tiene sentido porque reflejaría que empieza a notarse en Melilla el efecto Feijóo, aunque el presidente del Partido Popular haya estado ya en Ceuta, pero no haya pasado aún por Melilla. Dicen que viene pronto, pero no hay fecha.
Siempre que escribo de encuestas, me viene a la cabeza la biografía de Leopoldo Fernández Pujals, el empresario cubano que fundó Telepizza (y luego compró Jazztel) y pegó un pelotazo con ambas. Él cuenta que el eslogan de Telepizza lo eligieron porque era un hecho, no un invento de marketing: "El secreto está en la masa". Y eso es lo que pienso de las encuestas, el secreto está en la mezcla de variables, no en un dato aislado.
Por eso me ha sorprendido que el mejor dato que tiene el PP de Melilla para destacar es que el 48,4% de los encuestados cree que el partido más votado será el Partido Popular de Imbroda. ¿Eso significa que ese 48,4% va a votar a los populares? No exactamente. Pongo el ejemplo de un votante de Podemos, que es consciente de que su partido no van a ganar las elecciones y que cree que ganará el PP lo que no significa que vaya a votar a esta formación. O sea, creer que si alguien piensa que un partido será el más votado, finalmente ese partido ganará las elecciones es como dar por sentado que los favoritos en la final de la Champions no necesitan jugar porque ya han ganado. No es tan simple.
Otra pregunta que me viene a la cabeza es: ¿si el 48,4% cree que el PP sería el partido más votado, eso significa que el 51,6% no lo cree? De dudas nos sacó Imbroda cuando nos contó, ayer por la tarde, que el 42,9% de los electores dice que votaría al Partido Popular. El tuit, al cierre de esta edición tiene 50 me gusta y 31 retuits, que no está mal. Este tipo de mensajes levantan la moral a la tropa. Y eso es lo que busca una encuesta: movilizar, ilusionar y todo lo demás, por supuesto.
Normalmente en las encuestas electorales hay tres preguntas que ayudan a dilucidar la intención de voto. Entre ellas, la de ¿qué partido cree que sería el más votado? Pero también hay que analizar las respuestas a las preguntas de qué partido le gustaría que ganara las elecciones o qué partido votaría si hubiera hoy elecciones. Ya si sabemos qué votó la persona en las anteriores elecciones, miel sobre hojuelas porque nos ayuda a entender en qué dirección va el trasvase de votos.
Por eso no entiendo por qué hasta primera hora de la tarde de ayer Imbroda no comentó que el 42,9% de los electores asegura que les votaría, lo que les dejaría como la formación con más apoyos en la Asamblea de Melilla.
El dato es interesante y es difícil comprender por qué si la encuesta es favorable no se hace pública, al menos para que no parezca sesgada. Lo digo porque me parece improbable que con el empuje que lleva Vox en toda España, en Melilla estas previsiones les dejen fuera de la Asamblea, si diéramos por buena la lectura de la encuesta que ha hecho Imbroda.
En lo que sí no hay discusión es en la valoración de la gestión del Gobierno. No sólo la de Gad3, todos los sondeos que lo han preguntado han recibido la misma respuesta: la gente suspende al Ejecutivo. Es un hecho.
En fin, la encuesta deja dudas razonables más por lo que oculta que por lo que nos cuenta. No dudo de que el efecto Feijóo beneficie al PP de Melilla. La gente que quiere cambio ya le ve cara de presidente. Otra cosa es Melilla.
¿Mayoría absoluta? Jajajaja Ni haciendo un proceso de escucha activa.
¿Quien va a confiar en alguien que amaña listas de compromisarios a su antojo y semejanza?
Imbroda vete.
Imbroda sueña. Ni con su juego sucio.
Se cree que solo él maneja datos. La soberbia no desaparece sino que aumenta: quedó demostrado en su última rueda de prensa, de esas que tanto le gustan.
El PP tiene que renovarse. Una gran mayoría de votantes lo demandan. “Imbroda tiene que apartarse”.
Ya está bien de tanta mamandurria y matrimonios avenidos. Sabia nueva.