Es una auténtica recreación libre del nacimiento cristiano ,en la que no faltan animales vivos y un sin fin de detalles que revisten la visita de magia y sorpresas. Desde la diez de la mañana hasta las diez de la noche estará abierto a diario, en el Foso del Hornabeque, el Belén Gigante que este año ha diseñado la Comisión de Festejos de la Ciudad Autónoma para imbuir Melilla de espíritu navideño y cumplir con una tradición incardinada en el devenir de nuestra tierra desde hace décadas.
El Belén es mucho más el nacimiento cristiano. Se trata de una recreación de la mágica ciudad de Belén, con representación de oficios diversos, animales vivos y figuras en movimiento. En total, 60 figuras y numerosas casetas sobre un total de 2.000 metros en el que no falta un burro de verdad ni el tradicional estanque con patos, que en realidad son ocas de color negro.
‘Pasa el túnel y entra en Belén’ es el lema que la Comisión de Festejos ha utilizado para invitar a lo melillenses a disfrutar de este Belén gigante que, en gran medida, ha sido obra de las labores de reforma y restauración realizadas sobre antiguas figuras y enseres propiedad de la Ciudad Autónoma por parte de la Consejería de Fomento.
Para acceder al Foso del Hornabeque, basta con dirigirse a las murallas que presiden la Plaza de las Culturas, donde se encuentra el antiguo túnel de acceso al tercer recinto fortificado de Melilla la Vieja.