La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) expresa su preocupación ante los saltos a la valla que se han repetido en estos días y denuncia la agresividad con la que actúan los migrantes cuando cruzan el perímetro.
A través de un comunicado de prensa este miércoles, la AUGC muestra su preocupación por la situación vivida con el salto a la valla que se produjo este miércoles, en el que un grupo de más de 2.500 inmigrantes de origen subsahariano ha intentado acceder al área melillense ubicada entre Farhana y el Barrio Chino. En un asalto masivo y de gran violencia, lograron acceder a España alrededor de unas 500 personas en situación irregular. Algunos de ellos portaban garfios, palos, tornillería en los zapatos y también lanzaron piedras contra los agentes. De este modo pretendían evitar que nadie les impidieran el paso.
Las fuerzas marroquíes desplegadas al otro lado de la frontera consiguieron repeler a más de 1.500 personas, pero se vieron desbordadas frente al intento de entrada más numeroso de los que hay registrados, según la Delegación del Gobierno de Melilla.
Ante la situación, La Guardia Civil, con ayuda de la Policía Nacional y Local, intentó neutralizar la entrada de la avalancha humana, resultando heridos de levedad 16 miembros del Instituto Armado. La determinación y violencia empleada en la frontera por parte de los inmigrantes ratifica una agresividad que aumenta cada vez que intentan acceder a España. Por eso es necesario seguir incrementando el número de efectivos en la zona fronteriza. Según los datos de la Dirección General de la Guardia Civil, Melilla es la sexta autonomía que disponía de menos agentes el pasado año.
Desde la Asociación, piden el refuerzo de medios humanos y técnicos en esta frontera y exigen que debería ser declarada de Especial Singularidad, porque un enclave estratégico como es la Ciudad de Melilla sólo haya 588 miembros del Instituto Armado, resulta insuficiente.
El perímetro fronterizo no está vallado en su totalidad, hecho que dificulta el trabajo de los agentes. De este modo no hay forma de evitar los saltos a la valla, denuncia la Asociación.
En este mismo comunicado, insisten en la necesidad de que toda la zona disponga de un vallado con peine invertido. Es un mejor medio de contención porque es menos lesivo y eficaz. Pero también es de vital importancia que los miembros de la Guardia Civil dispongan siempre de la protección adecuada, exigen.
También denuncian el riesgo que corren enfrentándose a unos asaltos cada vez más violentos, y que no pueden estar sin material con el que resguardarse de unos ataques premeditados. "Sus cascos les evitaron de daños que podrían haber sido graves sin ellos", exponen.
Desde la AUGC apuntan que la seguridad de los agentes se vería incrementada con la adquisición de vehículos con plataformas elevadoras. De este modo podrían acceder a la parte alta de la valla. Del mismo modo, el desempeño de sus funciones sería más eficaz si la zona tuviera cámaras detectoras de movimiento para así poder anticiparse a las intrusiones de personas inmigrantes.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles expresan esta preocupación ante este suceso y condenan las agresiones, además de desear una pronta recuperación a sus compañeros heridos y mostrar su apoyo.