Los movimientos sísmicos que se han producido durante el verano han dañado, en mayor o menor escala, cuatro edificios de la ciudad. El consejero de Infraestructuras y Urbanismo, Rachid Bussian, informa de que la iglesia de la Medalla Milagrosa, ubicada en Batería Jota, es la más afectada pero también vieron “desperfectos” como consecuencia de los últimos temblores en las instalaciones de la comunidad israelita de Melilla, así como en la mezquita del cementerio musulmán y evaluarían posibles daños en la iglesia de La Castrense.
Explica a El Faro que también conocen de algunos “desperfectos” en la mezquita del cementerio musulmán, “pero como ya existen proyectos pendientes de adjudicar se va a actuar en el tiempo que se termine propiamente la licitación”.
En la mezquita del cementerio musulmán se llevaron a cabo obras de reparación después del terremoto de 2016, por lo que ahora los daños son menores y están “sobre todo en el minarete”, dijo. En la mezquita se va a actuar por medio del proyecto que ya tiene en marcha la Consejería de Medio Ambiente.
Además de la iglesia y de la mezquita, también las instalaciones de la comunidad israelita tiene “algún desperfecto donde también, en parte, provocado por algunos movimientos sísmicos. Existen algunos pequeños trabajos que hay que llevar a cabo de adecuación por Infraestructuras”.
En este sentido, agrega que “tenemos un patrimonio histórico artístico con una vida útil bastante importante, eso provoca cualquier tipo de desperfecto ante este tipo de fuerzas como es un terremoto. A partir de allí, en función de las competencias propias de la Ciudad, prestar todo tipo de apoyo al respecto”, dijo.
Desde la Ciudad buscan la fórmula para ayudar y contribuir en la reparación de estas estructuras.
Asimismo Bussian señala que la iglesia Castrense “está pendiente de una adecuación. Alguna grieta y parte de la fachada podría verse afectada por movimientos sísmicos”, por lo que se pondrían en contacto con el sacerdote para ver los “posibles daños” que han podido sufrir como consecuencia del terremoto y llevar a cabo las órdenes de reparación oportuna.
Visita
Los daños que sufren algunas estructuras de la ciudad están siendo evaluadas por la Consejería de Infraestructuras. El titular del área hizo una visita a la sede de la comunidad israelita de Melilla, en la avenida Duquesa de la Victoria, para conocer los inconvenientes que tiene la edificación.
El consejero explica que así como están haciendo con la iglesia de la Medalla Milagrosa, ubicada en Batería Jota, y centros de culto, buscan la fórmula para “colaborar en la conservación y mantenimiento de las dependencias”.
En este sentido indica que desde la Dirección General de intentan “valorar cuál puede ser nuestro papel para dicha adecuación y reparación de algunos elementos propiamente de la estructura”.
El titular de Infraestructuras señala que este tipo de edificaciones son parte del patrimonio artístico de la ciudad, por lo que hay que cuidarlo y conservarlo.
“Si las estructuras están sanas y la intensidad es baja no debería haber riesgo”
Melilla ha vivido en los últimos meses varios eventos sísmicos de baja magnitud, salvo por el que se produjo el pasado 28 de agosto de 4,9 de intensidad y una duración más larga de lo habitual en esta zona. Con seísmos de esa intensidad los riesgos son menores.
El arquitecto José Antonio Fernández, del estudio Chacel 8, al ser consultado sobre los sismos y las edificaciones explica que "si las estructuras están sanas y los movimientos sísmico son de baja intensidad" no debería haber riesgos. Asimismo detalla que “en los sismos influyen muchas cosas, la manera en que se mueve, la profundidad, la distancia del foco, además de la carga sísmica que, al final, el comportamiento en el caso de los edificios si una planta está con mucha carga, eso hace que se timbre más la estructura”.
Asimismo cree que “es interesante que cuando se acometan las rehabilitaciones en los edificios, en el caso de Melilla y zonas sísmicas, se tenga en cuenta algunos condicionantes para mejorar el comportamiento”.
Desde abril de este año y en mayor medida, desde este mes de agosto, la Red Sísmica Española empezó a registrar un aumento de la actividad sísmica al sur del Mar de Alborán.
Esta serie de terremotos inició el 17 de abril con un seísmo de magnitud 3,9. Se trata de terremotos superficiales, con menos de 20 kilómetros de profundidad y magnitudes inferiores a una horquilla de entre 2,5 y 3,0 de intensidad, según recoge el Informe de la actividad sísmica en el sur del Mar de Alborán, que publicó El Faro el 20 de septiembre.
El 25 de enero de 2016 se produjo un terremoto de 6,3 de magnitud en el mar de Alborán que causó daños en varias estructuras de la ciudad. Fernández recuerda que “el terremoto grande fue en el 2016. Los actuales han sido más pequeños que pueden generar alguna fisura”.
Los daños que dejó el terremoto de 2016 obligó a hacer intervenciones en edificios de Melilla, como en la Torre de la Vela, en Melilla la Vieja, donde hicieron un refuerzo “con un encamisado de malla de fibra de vidrio y unos conectores” que mejoró el comportamiento de los elementos específicos para albañilería.
Como consecuencia de ese terremoto también intervinieron en los torreones del Ayuntamiento, donde se hizo el mismo sistema de refuerzo, además de colocar una estructura metálica interior que “reforzó toda la zona”.
Fernández indica que en los edificios de patrimonio que se han intervenido han hecho refuerzos en la estructura. Comenta que en la iglesia del Sagrado Corazón también hicieron trabajos en “algunas de las bóvedas que se habían rehabilitado, con el mismo sistema”, de elementos de fibra de vidrio, malla y conectores. “Al final se trata también de darle estabilidad a todo el sistema”.