Después de dos semanas de incertidumbre, los 120 tunecinos que tenían previsto abandonar Melilla lo hacen esta noche en barco.
A las 20:30 horas un autobús fue a recogerlos para llevarlos al puerto de la ciudad desde el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Desde el lunes les avisaron para que compraran los billetes de barco, pero al principio les indicaron que viajarían sin sus pasaportes, algo que les inquietó bastante, pues necesitan su documentación para cualquier circunstancia que ocurra.
Muchos de ellos están en Melilla desde hace unos dos años y la desesperación aumentaba cada día, ya que se encontraban en un limbo jurídico, ya que ni podían ir a la península ni volverse a su país.
A principios de este mes de mayo fueron avisados de que serían trasladados hacia la península y que antes comenzarían un confinamiento por la pandemia del coronavirus.
El inicio de dicho confinamiento se retrasó un día y luego, el lunes fueron llevados de vuelta a el CETI. Les indicaron que el traslado había suspendido por Madrid, pero ellos ya no se creían nada, pues sintieron que les habían dado esperanzas y la noticia les sentó como un golpe.
Horas más tardes, según relata uno de los propios afectados, les indicaron que podrían salir y que para ello fueran comprando los billetes de barco. Al principio no se les iba a entregar el pasaporte, según explicó, pero finalmente lo recogieron durante este martes en las instalaciones del CETI.
En los meses de pandemia, el grueso de los ocupantes del centro de inmigrantes eran tunecinos, unos 700. Incluso antes de la llegada del coronavirus, este colectivo protestó en varias ocasiones pidiendo que les dejasen cruzar el mar de Alborán. La mayoría de ellos tienen familia en Francia y es el país al que desean ir. El mayo hándicap que tenían es que Túnez, al ser un país democrático, sus ciudadanos no son considerados como solicitantes de asilo ni como perfiles vulnerables, salvo ciertos casos.