La situación de la pandemia en Melilla va mejorando, los datos son esperanzadores lo que no debe confundirse con una imprudencia generalizada. Hay fechas importantes a la vuelta de la esquina: la primera, la finalización del estado de alarma, que ha llevado a las autonomías a pedir herramientas jurídicas para poder seguir ejerciendo controles sin invadir derechos fundamentales. Esa es la cuestión y sobre este asunto debe haber una claridad desde ya para evitar males mayores.
La clave está en la vacunación y ya el Ministerio de Sanidad ha anunciado que descarta ejecutar una vacunación masiva en Melilla y Ceuta. Lo que se debe garantizar es el suministro constante porque llevamos casi una decena de parones. La Ciudad ha hecho sus deberes disponiendo de instalaciones de vacunación y del personal adecuado, pero lo que falla es la cadena de suministros para mantener con la suficiente garantía esa distribución de lo único que se considera como ‘arma’ posible contra un virus que ha dejado atrás cuantiosas muertes y muchas desgracias entre las familias caballas.
Las próximas semanas son cruciales sobre todo por la hilera de cambios que se van a producir.