El portavoz del Gobierno autonómico, Daniel Conesa, criticó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero por “confundir la diplomacia con la cobardía”.
Al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla no le han sentado bien las últimas declaraciones del vicepresidente tercero de la Administración del Estado, Manuel Chaves, quien señaló ante los medios de comunicación que el Ejecutivo local, y en concreto su máximo dirigente, Juan José Imbroda, deberían mostrar prudencia a la hora de realizar declaraciones sobre la situación en la que se encuentra el paso fronterizo de Beni – Enzar.
Así, el portavoz de la Administración autonómica, Daniel Conesa, precisó que lo que está haciendo la Ciudad “es decir las cosas tal y como están ocurriendo”, al tiempo que consideró que la actitud que está manteniendo Madrid al respecto es la de “mantener un silencio continuo revestido de una supuesta diplomacia”.
En este sentido, Conesa lamentó que los reproches de Chaves hayan ido dirigidos al equipo del Gobierno melillense y no a las autoridades marroquíes ni a los “alborotadores” de la frontera, acerca de los cuales le conminó que “condene con contundencia sus actuaciones”.
Ahondando en la cuestión, el vocal de la Ciudad aseguró que “sí 20 personas son capaces de cortar el tráfico de mercancías entre España y Marruecos, es porque Rabat y la policía alauita así lo permitieron, haciendo gala de una absoluta pasividad”.
De igual modo, recordó que se deberían pedir explicaciones por los carteles que lucen en lado marroquí de la frontera, y en los que se ataca directamente, mediante un fotomontaje, a las agentes de Policía Nacional que operan en Beni – Enzar, un hecho que fue condenado en la jornada del jueves por las principales formaciones sindicales de la ciudad, que tildaron el gesto de “insultante y vejatorio” para con las mujeres y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
“Supongo que Chaves también considera imprudentes las declaraciones de los sindicatos por haber salido en defensa de la Policía Nacional” ironizó el portavoz autonómico.
Pese a que subrayó que lo más importante en este aspecto es que las relaciones entre ambos países sean lo más cordiales posibles, también quiso poner de manifiesto que desde la Ciudad Autónoma consideran “que el Gobierno central no sabe lo que tiene que hacer para que las cosas con Rabat vuelvan a su cauce”, pues reseñó que pese a los esfuerzos hechos, incluido el del Rey Juan Carlos I, quien se puso en contacto con Mohamed VI para aclarar el asunto, las gestiones no han tenido éxito.
“La intervención de Su Majestad ha sido bienvenida, pero no ha surtido efecto por culpa de la actitud mostrada por Rabat, ya que permitieron que unos gamberros cortarán un puesto fronterizo”, lamentó.
Posturas enfrentadas
Al hilo de su intervención, criticó también las declaraciones vertidas por el Partido Socialista (PSOE) de la ciudad y Coalición por Melilla (CpM), en las que pidieron a la Ciudad Autónoma que rectificara su actitud. De este modo, reprochó al máximo dirigente de los cepemistas, Mustafa Aberchán, que su postura esté en clara contraposición con la mostrada por el líder de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, quien afirmó que “España está subordinada a la actividad de Marruecos”.
“En esencia, nosotros estamos defendiendo lo mismo que IU”, precisó Conesa, “¿por qué Aberchán no secunda las palabras de su socio en el Congreso de los Diputados? Se le ve el plumero, debería criticar menos al Gobierno melillense y defender más a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado” apuntilló.
Día de normalidad
Para finalizar, el portavoz del Ejecutivo local señaló que a lo largo de la jornada de ayer la frontera de Beni – Enzar funcionó con normalidad. Algo que definió como “calma aparente”, pues desde la Ciudad Autónoma no se descarta que puedan haber nuevos incidentes.
No obstante, sentenció diciendo que la existencia de nuevos altercados depende en gran medida de lo que decida el Gobierno del reino alauita.