El presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, advirtió ayer de que de persistir las aglomeraciones de personas, como la registrada en una terraza en Melilla la Vieja, la ciudad corre el riesgo de tener que volver a ser confinada como durante el estado de alarma. El jefe del Ejecutivo local se mostró muy crítico con este tipo de sucesos, que incumplen la normativa anti covid y que ponen en riesgo la salud del conjunto de los melillenses. Además, avisó de que no le temblará la mano si tiene que decretar el cierre de aquellos establecimientos que hacen caso omiso a los normas.
Durante semanas, venimos advirtiendo en estas líneas de que se percibe una relajación importante por parte de demasiados ciudadanos. Las aglomeraciones, como a la que hacía referencia el presidente, son más habituales de lo que deberían, y sigue habiendo muchos ciudadanos que no llevan mascarilla en los espacios públicos. Al menos, se han impuesto 500 propuestas de sanción por no lleva tapabocas, pero parecen pocas si nos atenemos a lo que vemos en nuestras calles, Basta con dar un paseo por Melilla para contabilizar a decenas de viandantes que prescinden de esta protección sanitaria.
Seguimos jugándonos mucho, la pandemia no ha terminado y un nuevo confinamiento sería letal para nuestra economía. No podemos permitir que la inconsciencia de unos pocos nos arrastre a todos.