Guelaya denuncia que “el primer criterio imperativo” del reglamento de banderas azules 2020 no se cumple en las playas de Melilla, a pesar de que la Consejería de Medio Ambiente ha aseverado en varias ocasiones de que sí están todas las normas. “Debe estar expuesta al público información sobre los ecosistemas litorales, espacios naturales sensibles (Espacios Naturales Protegidos) y especies protegidas en esa zona costera (imperativo)”, dice la entidad que viene en este reglamento. La ONG aseveró que la Ciudad no informa al público de las especies protegidas que viven en los espigones y en el Dique Sur ni de la prohibición de recolección o marisqueo de patella ferruginea o cymbula nigra ni de las multas.
De esta forma, remarcó que cualquier usuario de la playa de Horcas Coloradas “ha visto el cartel que anualmente se repone sobre la existencia de patella ferruginea. Probablemente ese cartel está presente por la mala conciencia que dejó enterrar casi 1.000 patella ferruginea bajo el actual paseo marítimo de Horcas Coloradas”.
Aunque también apuntó la ONG que esta playa no tiene bandera azul, pero cuenta con un cartel informativo para común conocimiento de que si a una persona la pillan con una patella ferruginea en la mano la multa no puede ser inferior a 5.001 euros.
Sin embargo, comentó que “en los espigones del Paseo Marítimo, donde la bandera azul está desplegada, con una serie de criaturas menores de edad, por ejemplo, provistas de cubos y palas e utensilios sin saber que no se puede mariscar o recolectar animales ni recoger de los espigones especies en peligro de extinción. ¿Saben sus padres que la multa es de 5.001 euros?”.
De manera que subrayó que la población de patella ferruginea en los espigones es de cientos de lapas, más de 600 según los censos de los que la consejería debe sentirse bien informada por los investigadores de la UGR. Al menos desde 2013 existe la certeza de que están las patellas ferrugineas ahí, en cantidad superior a 600 ejemplares, añadió.
“Este año, en el desarrollo del proyecto nacional ‘La lapa que da la lata’, se ha hecho pública la actividad de educación ambiental que desarrolló la Federación Melillense de Pesca con la colaboración de Guelaya para sensibilizar a la población en general y a los pescadores en particular”, destacó.
Por ello, la ONG indicó que no entiende cómo es posible que se niegue ahora desde Medio Ambiente algo tan sencillo como informar a los usuarios de las playas de la biodiversidad protegida que tienen en sus costas cumpliendo el primer criterio imperativo de las playas con bandera azul”.