El presidente Imbroda y el consejero Mohamed Mohand protagonizaron en la jornada de ayer sendas ruedas de prensa, donde al final, los temas centrales fueron distintas informaciones aparecidas en los últimos días en la portada de nuestro periódico. Nos referimos al sábado: la idea del Gobierno de solicitar responsabilidad patrimonial a antiguos consejeros del PP por el tema de las 15,8 millones de euros de facturas sin pagar; el domingo: las facturas enviadas a la Fiscalía sobre facturas de Melilla Monumental son más de 200.000 euros y martes: un informe de los veterinarios recomienda la no celebración del Aid El Kebir.
Antes de seguir adelante, explicar las razones por la cual titulo este artículo con el nombre de Imbroda en primer lugar y el de Mohamed Mohand en segundo. No porque uno pertenezca al PP y otro al PSOE. La razón es más sencilla: Imbroda sigue teniendo el título de presidente porque así está reconocido y en el caso de Mohand es consejero. Y en segundo lugar, porque la veteranía es un grado, Imbroda tiene más edad que Mohand. Casi se llevan entre ellos unos cuarenta y cinco años.
Imbroda y Mohand han hablado de todo lo que han querido, pero ninguno de ellos ha podido desmentir ninguna de las noticias que hemos publicado en estas tres jornadas. Y ahora vamos a desgranar una por una todas ellas.
Petición de responsabilidad patrimonial
Matar al mensajero no es bueno. Quien tiene decidido la posibilidad de solicitar la responsabilidad patrimonial es el actual Gobierno tripartito, ni El Faro, ni quien suscribe este artículo. De verdad, me da exactamente igual que si estas facturas están documentadas o no están documentadas, serán quienes encargaron los servicios y quienes firmaron las mismas los que tendrán que responder. La naturaleza de ese conjunto es un problema de los técnicos de la Ciudad que, al final, serán quienes decidirán los pasos que se deben dar. De todas maneras, entiendo que quince millones, casi dieciséis, donde la mayor parte son a partir de 2015 es mucho dinero. Por si a alguno le parece irrisorio traduzcamos a pesetas: dos mil quinientos millones de las antiguas pesetas. Casi el cincuenta por ciento de la ayuda que ahora el Gobierno de la Nación enviará a Melilla del fondo extraordinario no reembolsable.
Las facturas de Melilla Monumental
La aparición de la cifra de 200.000 euros como el conjunto de las facturas que se han enviado a la Fiscalía es la novedad principal de la continuación de una noticia que ya se publicó en el mes de enero y que protagonizó el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro. Entonces nadie dijo nada y ahora se monta la mundial.
Por si alguien no se ha enterado, resulta que las facturas no están en el Consejo de Estado. La información que firmé tenía una serie de datos que nadie ha podido desmentir: 1º Es el Consejo de Estado el que le pide a la Ciudad Autónoma de Melilla que envíe un total de 67 facturas. 2º La Ciudad Autónoma, en el Consejo de Gobierno del 16 de diciembre de 2019, en el punto tres del orden del día, acuerda por unanimidad de sus miembros la remisión a la Fiscalía por petición del Consejo de Estado. 3º La Fiscalía aún no ha calificado y están pendientes en la Ciudad para personarse como acusación particular. Hasta ahí toda la información. Lo demás ya no conjeturas por parte de quien quiere ver lo que no hay detrás de las informaciones.
El informe de los veterinarios
Al final, la juventud de Mohand le hace ser impulsivo en un primer instante, pero luego, al final entiende el papel que cada uno juega. Que desee celebrar la Pascua del Sacrificio en Melilla en una decisión política que, por tanto es absolutamente no criticable y que cada uno es consecuente con las decisiones que toma en política.
Quizás, lo único que le ha fallado al consejero es que el pasado domingo tenía que haber dicho que existía un informe contrario por parte de los veterinarios y que iba a trabajar para solventar esos problemas con la toma de decisiones a este respecto. Muy fino deberá hilar para que no haya aglomeraciones en las ganaderías, pero en esta vida todo es posible solucionar. Es una medida controvertida para algunos y valiente para otros, pero todos coinciden en que es arriesgada en las actuales circunstancias.
En definitiva, hemos unido en el mismo artículo a representantes de dos partidos a nivel nacional. Al final el tiempo será quien ponga a cada uno en su sitio y que la culpa no es del informador y que poco importa quién sea el que cuente porque, a lo mejor, no es una filtración interesada sino un interés por parte del que pregunta. Lo importante es en el fondo y si para Imbroda, responsabilidad patrimonial son determinadas acciones del equipo de gobierno, que las exijan.
De todas maneras llego a una conclusión: poco acostumbrados están los políticos en Melilla cuando las portadas de los periódicos no son las ruedas de prensa que protagonizan sino informaciones elaboradas por los propios medios. Si contando la verdad se han preocupado tanto, ¿qué hubiera pasado si se mete, aunque sea, un poco la pata? A la hoguera.