La eDUCACIÓN de calidad es una de las directrices que debe primar en cualquier sociedad. Se están educando a los profesionales del futuro para atender las necesidades que vayan surgiendo en la sociedad.
Entre la educación pública o privada la diferencia debe ser mínima. Por ello, las autoridades deben preocuparse por brindarle los mejores recursos a los niños, no solo dentro del aula sino también en el camino al centro educativo. El que unos niños esquiven la basura para ir al colegio, no debería ser la norma, pero tampoco la excepción. No tiene que ocurrir.
Su centro escolar tendría que estar en óptimas condiciones, con las paredes pintadas, sin desconches, ni grietas. Eso es lo que demandan los padres de los alumnos del colegio León Solá, quienes aseguran tener años elevando peticiones a distintas autoridades sin ser escuchados.
Dentro de los presupuestos participativos hay un proyecto para realizar mejoras internas y externas; pintura, reparaciones de las paredes, entre otros. Los padres buscan soluciones a los problemas para brindarles la mejor educación a sus hijos. Estas iniciativas tendrían que estar acompañadas por el Estado, para así conseguir mejoras constantes en el proceso académico, que llevarán a optimizar los indicadores, pero sobre todo, a que los infantes reciban la mejor educación.
En la unión está la fuerza, por lo que es necesaria la simbiosis de los padres con las autoridades para conseguir metas en común.