La consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño, declaró que “lo de estos días ha rayado la censura” en relación a las críticas a la invitación de Zoubida Boughaba, autora de los ‘Cuentos populares del Rif’ y que venía a la ciudad para hablar sobre ello. Fernández defendió que “la cultura y la libertad” van de la mano y que les hubiera gustado que desde la Comisión Islámica se hubiesen puesto en contacto con ellos para dialogar sobre ello.
“Creo y estoy firmemente convencida de que la cultura es un espacio de laicidad y diálogo”, manifestó la consejera y sostuvo que la religión forma parte de la cultura, pero no es esencialmente la cultura en sí.
Fernández contó que “estamos en un espacio confesional” y que todas las opiniones son válidas desde el respeto”, pues la cultura es el “espacio del entendimiento, de la democracia, de la crítica y del respeto”; afirmó la consejera. Fernández contó que la comunidad musulmana es muy amplia y heterogénea y que han organizado las actividades de año nuevo “con mucho cariño” y con la intención de hablar sobre literatura, pues se había invitado a Boughaba para hablar de ello.
La consejera declaró que se puede estar en desacuerdo con la escritora, pero que “la persecución, los insultos y el vapuleo a su persona son intolerables en un Estado de Derecho y en una sociedad libre y plural”.
Mohamed El Morabet, autor de ‘El solar abandonado’ e invitado junto a Boughaba a la conferencia, declaró que “la cultura es la única herramienta que tenemos los demócratas para poder avanzar y entendernos, para no ponernos de acuerdo y respetarnos”.
Mustafá Akalay Nasser, moderador de la ponencia, recordó que el año nuevo amazigh no es una festividad religiosa, sino que es “una fiesta lúdica”. Akalay manifestó que se le dé la bienvenida al año nuevo y que “nos dejemos de polémicas” y resaltó que los dos libros sobre los que se iba a hablar eran “un homenaje a la mujer”.
Discurso cogido directamente del manual de la hipocresía 🙂