La Ciudad publica un libro con los retazos de su experiencia en la CEMR así como las colaboraciones que realizó el ingeniero en la prensa melillense durante años.
Puede que muchos no lo sepan pero el ingeniero que se encargó de la disolución de la Compañía Española Minas del Rif, CEMR, en el año 1985 vive en Melilla. Y precisamente son estas y otras vivencias las que ha intentado retratar en un libro publicado recientemente por la Ciudad Autónoma que se presentará el próximo viernes.
Así, ‘Vivencias y escritos’ pretende recomponer no sólo el pasado de una de las actividades que más influyeron en el desarrollo de la Melilla moderna, sino que también recoge las colaboraciones del ingeniero cartagenero en su estancia al servicio de la CEMR en el norte de Marruecos y en la propia ciudad.
Y es que Gines Sanmartín es un hombre de largo recorrido como así atestiguan sus escritos en la prensa local. Nacido en la ciudad de Cartagena en el año 1921, de infausto recuerdo para Melilla, debido a los trágicos sucesos de Annual, cursó los estudios de facultativo de Minas y Fábricas Metalúrgicas y Mineralúrgicas.
Con posterioridad, en 1946, ingresó en la Compañía Española Minas del Rif como ayudante segundo de explotación en el monte Uixan. Más tarde, en 1961 ascendió a ayudante de dirección aunque el papel más relevante lo ocupó en el año 1985, momento en que se convierte en el encargado de disolver la CEMR en Melilla.
Entre las actuaciones que realizó destaca el traspaso de algunos de los terrenos de la compañía al Ayuntamiento melillense, en particular los solares donde en la actualidad se ubica la Jefatura de la Policía Local y los Institutos de Enseñanza Secundaria aledaños.
Gines Sanmartín también destacó por el interés mostrado en torno a asuntos relativos a la historia de Melilla, como así atestiguan sus escritos publicados en los medios de comunicación social de la ciudad.
Su inquietud por esta materia le llevó igualmente a ser uno de los integrantes de la fundación de la Asociación de Estudios Melillenses, donde desarrolló su labor investigadora, donando parte de su material bibliográfico.
Finalmente, la Ciudad Autónoma le reconoció con el título de ‘Hijo Adoptivo’ el pasado 29 de mayo del 2009, punto y final de una intensa trayectoria vital.