La Asamblea de la Ciudad celebra hoy, a partir de las nueve y media de la mañana, su décimo quinto Pleno de Control del presente mandato electoral. La oportunidad es única para hacer de la Asamblea el espacio de confrontación sana y democrática que debe constituir en interés general de los ciudadanos, del deber fiscalizador de la oposición y de la mayor transparencia en los asuntos públicos. Lo anterior no tiene porqué derivar en el insulto, el enfrentamiento con vehemencia excesiva, el grito en lugar del uso moderado de la voz, ni la gesticulación grosera que de forma sorda empieza a caldear el ambiente.
El Pleno de hoy, como todos los de Control, tendrá en su contra la imprecisión de un Reglamento que, sobre todo, en el turno de preguntas genera descontentos en todas las partes. No obstante, existe una presidencia, que guste o no, hay que respetar porque ejerce su papel por voluntad democrática. Esto deben tenerlo presente los grupos de la oposición porque para ellos el Pleno de hoy es un reto en la misma medida que puede serlo para el Gobierno Imbroda.