El Primero de Mayo pierde vitalidad, fuerza y reivindicación a medida que pasan los años. Comisiones lleva más de un lustro sin organizar en nuestra ciudad ningún tipo de acto público con motivo de la misma festividad, y en este año ha optado incluso por movilizar a sus cuadros sindicales hasta ‘Puerto Noray’, donde el baile y la fiesta han sustituido por completo la oportunidad de lanzar mensajes y reivindicaciones al conjunto de Melilla.
UGT, en una línea más clásica, sí ha repetido la fórmula de la concentración a las puertas de los edificios sindicales, pero esta vez intramuros, en el patio de entrada al inmueble donde tienen su sede los sindicatos, y sin más capacidad de convocatoria que la de medio centenar largo de personas.
La desideologización progresiva de la sociedad ha obrado como el principal factor para que las principales fuerzas sindicales de Melilla hayan sido escasamente reivindicativas en el Día de los Trabajadores. Y eso que la ciudad acumula más de nueve mil parados y las previsiones son de un aumento in crescendo y notorio en cuanto finalicen el 30 de mayo próximo los Planes de Empleo actualmente en marcha.