Coalición por Melilla (CpM) ha presentado un ambicioso programa económico con vistas a las elecciones generales y autonómicas. Si consigue el diputado al Congreso en liza poco menos que ganaremos la lotería. La formación de Mustafa Aberchán asegura que creará 1.250 empleos cada año en nuestra ciudad a base de ejecutar obras en la frontera, construyendo colegios, viviendas sociales y hasta el aeropuerto internacional.
Yo lo veo factible... siempre y cuando todos esos proyectos se liciten a la velocidad de la luz para poder cumplir con las expectativas en el primero de los cuatro ejercicios. También hay que contar con que los síntomas de desaceleración económica de España, sean sólo ‘fake news’ salidas de quienes no confían en nuestra economía porque si se nos marchitan los brotes verdes podemos dar por sentado que a Melilla no va a llegar un duro gane quien gane.
Teniendo en cuenta que nuestro territorio es limitadísimo, las propuestas de CpM tienen fecha de caducidad como los yogures. En cuanto se terminen los trabajos en la frontera, los colegios y las viviendas sociales, volvemos a la casilla de salida: otra vez a inscribir parados en el Sepe.
Tenemos en Melilla unos 10.000 desempleados, la mayoría poco cualificados, y en los últimos años hemos visto cómo constructoras de la península se han llevado jugosos contratos en la ciudad y aquí no han creado nada de empleo.
Eso es algo que habrá que remediar. Si una empresa española quiere invertir en Sudáfrica, el Gobierno de ese país le obliga, por ley, a tener un cupo de trabajadores sudafricanos.
Con la tasa de desempleo despampanante que tenemos en Melilla deberíamos hacer algo similar al menos eventualmente porque nuestra situación es límite. Estamos entre la espada y la pared.
Si en algo coinciden candidatos de izquierda y de derecha es en la necesidad de inversión estatal para sacar a nuestra ciudad del bache en el que estamos metidos.
La semana pasada el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, hablaba en Melilla de ventajas fiscales a lo grande para que a los empresarios de la península les sea rentable y atractivo invertir en este trozo de España que se muere de inanición.
Más de medio centenar de comercios han bajado la persiana en el centro de la ciudad. Hay hasta una decena de tiendas cerradas en la Avenida y otro tanto en las calles adyacentes. ¿Qué se ha hecho por remediarlo?
Es cierto que la Ciudad Autónoma no tiene competencias de empleo. No tenemos industrias, ni agricultura ni pesca, por eso la propuesta cepemista de convertir nuestra ciudad en un polo universitario tiene mucho más sentido y coincide nuevamente con propuestas anunciadas en El Faro por el candidato al Congreso por Vox, José Antonio Herráiz, en la línea de atraer a Melilla la apertura de universidades privadas para niños bien de Marruecos.
Viendo el aburrido debate del pasado lunes en Televisión Española, me decepcionó que ninguno de los candidatos explicara qué tiene en mente para solucionar los problemas de la exprimada clase media española que cada vez trabaja más y gana menos.
Pero de empleo se habló poco. Importaban más los pactos y los trapos sucios. Es preocupante que en Melilla todo el mundo tenga claro lo que hay que hacer para salir del hueco y que aún estemos hundidos en el barro.