El portavoz del PP en el Parlamento europeo, Esteban González Pons, asegura que el nombre de Melilla es conocido en Bruselas, pero como frontera y que eso hay que cambiarlo.
–¿Qué opinión tienen los europeos de Melilla? ¿Qué saben de nuestra ciudad?
–Creo que Melilla es una joya desconocida. En la UE, en Bruselas, el nombre de Melilla es muy conocido, pero es el nombre de una frontera. Y los que llevamos a Melilla en el corazón, y yo soy uno de esos, tenemos que hacer un esfuerzo para que se sepa que detrás de esa frontera está una de las ciudades más bonitas de Europa. Me parece aún nos queda mucho trecho por andar en ese sentido.
–¿Cómo convencer a los melillenses de que voten en las próximas elecciones europeas, si Europa es otro continente que coge muy lejos?
–Europa no es un continente. Europa es una idea. Es unos valores. Es una historia y es un futuro. No somos europeos porque vivimos en un suelo, sino porque compartimos las mismas estrellas, porque compartimos el mismo cristianismo histórico, el mismo pensamiento científico histórico, la misma romanización y la misma ambición de que se impongan los derechos humanos, la democracia o la economía de mercado.
Melilla es también el corazón de Europa. Y los melillenses se juegan mucho en las elecciones europeas. Quizás, más que el resto de los españoles. Melilla hoy es frontera de Alemania, Austria, Italia o Francia. La ciudad hoy es frontera de Europa y, por lo tanto, que se resuelvan los problemas endémicos de la frontera de Melilla pasa también porque la UE entienda a la ciudad.
–¿Qué puede hacer Europa por Melilla?
–Pues además de las muchas cosas que la UE hace por todos, Europa debería comprometerse a que se reabra la aduana comercial de Melilla. Debería imponer la frontera inteligente en la ciudad. Debería comprometerse con la reforma del paso fronterizo de Barrio Chino. Debería adoptar una política específica para los menores no acompañados marroquíes con familias identificadas que en este momento hay en la ciudad... Es decir, en la medida en la que Melilla es frontera de Europa, debería de ocuparse de la ciudad.
Pero cuando alguien vota al ayuntamiento no piensa qué puede hacer el ayuntamiento por él. Tampoco se piensa así cuando se vota por el Gobierno de España. No se pregunta qué hace el Ejecutivo nacional por él. No deberíamos hacernos esa pregunta cuando se habla de la UE porque la UE es tanto nuestra como lo es el ayuntamiento o el Gobierno de España.
–Estos días de visita en la ciudad ha hablado de la importancia de demandar en la UE más fondos para que Melilla y Ceuta puedan afrontar los gastos de la atención a menores extranjeros no acompañados (menas) y de inmigrantes. Pero, ¿cómo se definiría eso? Ha dicho también que le gustaría venir para las elecciones europeas y ahí concretar más el compromiso.
–No quiero anticiparme. Quiero que me salga bien y hasta que no lo tenga atado no voy a avanzar nada.
–Pero está convencido de que deben llegar esos fondos.
–El problema que ultimamente se está produciendo en Melilla con los menores de Marruecos que están aquí no acompañados y cuyas familias son conocidas, están identificadas y con las que mantienen contacto, es específico de Melilla y de Ceuta. No se está produciendo este problema en ningún otro lugar, solo en las dos ciudades autónomas. Tanto el Gobierno de España como el europeo, deben tomar medidas específicas en Melilla y Ceuta para ayudar a resolverlo. Y para ello, las comunidades autónomas y el resto de la UE deben mostrar su solidaridad.
–Ha mostrado su respaldo a la petición del Gobierno local de hacer un corredor humanitario para estos menores. ¿En qué consistiría?
–Hablamos de la posibilidad de que otras comunidades españolas puedan hacerse cargo de los menores que están en Melilla.
–¿Sería un intercambio de tutela de este niño o joven?
–Sería que otras comunidades mostraran su solidaridad con Melilla acogiendo también a estos menores no acompañados para que no todos estén aquí. Debería de ser casi obligatorio que la presión de los menores extranjeros no acompañados que sufre la ciudad sea compartida por otras autonomías.
–El Ejecutivo local ha propuesto una disposición adicional a la Ley del Menor para que en Melilla los menas no pasen más de tres meses y sean acogidos por otras regiones. ¿Qué le parece?
–Mis compañeros que son candidatos al Congreso y al Senado han adquirido ya este compromiso. Es una decisión ya de las Cortes Generales y no del Parlamento europeo. Pero mis compañeros Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, Juan José Imbroda y Sofía Acedo, que se presentan al Congreso y al Senado, lo hacen con este compromiso.
–¿Cómo ha visto el centro de acogida de La Purísima?
–Lo primero que debo decir es que he visto muchos menores. Muchos más de los que debería haber. Pero, por otro lado, añado que el Gobierno de la Ciudad y la empresa que gestiona el centro están haciendo un extraordinario trabajo. He felicitado a todos los trabajadores que he podido encontrar, en particular al cocinero. Me ha permitido probar una paella valenciana que no me ha hecho echar de menos la de mi tierra. La verdad es que me he sentido muy orgulloso del trabajo que están haciendo allí la Ciudad y empresa que lo administra.
–Ha visitado la frontera de Beni Enzar y hablaba de la instalación de la frontera inteligente. Una promesa que los melillenses llevan escuchando años. ¿Ve que pueda ser realidad?
–Es que me ha sorprendido hasta qué punto no es inteligente la frontera actual. Porque la frontera actual no cuenta las personas que entra y no cuenta las personas que salen. De manera que, un ejercicio tan sencillo como compara los que han entrado con los que han salido por la noche, no se puede hacer a diario. No se sabe cuántas personas se quedan en Melilla. Bastaría con que la frontera pudiera ser capaz de hacer esa resta para que fuera más inteligente de lo que es en la actualidad.
Pero es que, además, la frontera debería de identificar a las personas que entran y saber los nombres de las personas que no salen de la ciudad. Esto en cualquier frontera es normal y no tiene sentido que en una frontera tan importante como la de Melilla no exista. Necesitamos fronteras inteligentes, no sólo en esta ciudad, sino en todo el perímetro de la UE.
–Relacionado con esto, la Ciudad quiere introducir cambios en el Código Civil para endurecer el acceso a la nacionalidad española en Melilla y Ceuta.
–Es una propuesta de campaña de mis compañeros que van al Congreso y al Senado.
–La aduana comercial lleva cerrada desde agosto. ¿Cree que Europa puede conseguir que Marruecos, un país soberano, reabra esta puerta de salida de las mercancías?
–La UE tiene muchas razones para mantener una relación fluida con Marruecos. Y el intercambio entre la UE y el país vecino de mercancías, trabajadores o el comercio es muy intenso. Los acuerdos entre la UE y Marruecos son muy importantes. La UE tiene capacidad negociadora para pedirle a Marruecos la apertura de la aduana. Aunque el Gobierno de España también la tendría si quisiera. El Gobierno de España que presida Pablo Casado reabrirá la aduana comercial de Melilla.
–Otro tema que hay sobre la mesa es la entrada o no de Melilla en la Unión Aduanera. ¿Cómo lo ve?
–Es un tema para debatir. Pero de momento no me atrevo a posicionarme. La construcción de la zona euro todavía está muy atrasada y me parece bien que este debate se abra, pero no me atrevo a anticipar a dónde debe llevarnos.
–Por último, ¿quería saber cómo ha visto la ciudad desde su última visita?
–Desde los años 90 he venido muchas veces. Estos días el presidente Imbroda recordaba que lleva 19 años y yo le respondí que antes de que fuera él presidente yo venía a Melilla. De hecho, uno de mis primeros encargos en el partido fue urdir la moción de censura que le llevó a la presidencia.
La ciudad ha ido y va a más. Obviamente ha mejorado en todo. Tiene estabilidad política. Ha tenido una gran progresión económica y sus infraestructuras también han mejorado. Yo, que soy un amante de Melilla la Vieja, he visto cómo se han ido recuperando uno a uno los monumentos. He visto cómo se ha ido haciendo más atractiva a nivel turístico, pero queda mucho por hacer para dar a conocer Melilla como algo más que la frontera de Europa.
“Una pluralidad de partidos es una pluralidad de agujeros por los que el voto se pierde”
–En estas elecciones son ocho los partidos que se presentan para ganar los tres escaños para las Cortes. ¿Cómo cree que va a influir la división del voto en los resultados de Melilla?
–Creo que los que quieren que gobierne el PP, deben votar al PP y los que quieren que gobierne el PSOE, deben votar al PSOE. Y los que quieren la independencia de Cataluña también pueden votar al PSOE. En Melilla, el sistema electoral funciona como un sistema mayoritario, por lo tanto, que exista una pluralidad de partidos en Melilla, es que exista una pluralidad de agujeros por los que el voto se puede perderse.
El voto, después de emitido, no admite devolución ni cambio ni derecho a protestar. En un sistema donde sólo cabe uno u otro, hay que concentrar el voto en aquel que se quiere que gane y que tiene posibilidades.
–Son elecciones nacionales las que hay más próximas, pero se tiende a hablar de lo más local. Parece que hay un choque entre el discurso de hay que ser europeos y el de quien no diga la palabra Melilla es que no defiende la ciudad.
–¿Cuántos folios tiene? (Risas). Vivimos un momento histórico muy complicado. Por un lado, la globalización nos empuja a ser cada día más universales. Y, por otro lado, el miedo a la globalización nos conduce a ser más locales. Es la globalización la que está haciendo progresar nuestra economía y es el miedo a la globalización el que está haciendo que nuestra política, en lugar de progresar, regrese, vaya hacia atrás. Ese localismo del que habla en Estados Unidos se llama Donald Trump; en Gran Bretaña, Brexit; en Francia, Marine Le Pen; en Italia, Liga; en Polonia, Kaczynski; y en España tiene otros nombres.
En el tiempo que vivimos hay que ser local para tener una personalidad y para que no valga lo mismo ser de Melilla que de Hong Kong, pero hay que ser universal para tener una oportunidad, porque, sino se tienen oportunidades en Hong Kong, pero no en Melilla. Ése es el equilibrio que tenemos que buscar ahora.
Aveces muchos desgustos nos hacen reír.
Melilla es una ciudad europea con ciudadanos imazighen(Bereberes)como es eso? y como lo habéis hecho? ?
Los ciudadanos de Melilla se sienten españoles?
El gobierno español y el marroquí tienen que volver a revisar las paginas de la historia de la ciudad ÁFRICANA NO EUROPEA
Que muera melilla económicamente y que viva y progresa el norte de Marruecos y el ríe económicamente.
Melilla es una colonia y debe regresar a firmar parte de su espacio natural y geográfico,MARRUECOS.