Noé de Mena Ramos, reciente fichaje del Club Voleibol Melilla, debutó el pasado sábado en la competición, con el objetivo de intentar ayudar al equipo melillense a mantener la categoría en estas últimas jornadas de la Superliga Masculina. Pese a la derrota ante el UBE L’Illa Grau, mostró un buen nivel, aunque como bien reconoció el propio jugador madrileño, le falta rodaje, aunque espera mejorar para que el plantel que dirige Salim Abdelkader consiga la victoria ante el Río Duero Soria y el Barça Voleibol.
El receptor-atacante, que regresa a la que fue su casa en las temporadas 2014-15 y 2015-16, aseguró que “todavía tengo que rodar un poquito más, aunque tampoco me siento muy cómodo ya, pero lo que la afición ha visto es lo que yo he sentido igual, me he ido notando poco a poco más cómodo en la pista y espero que en los dos próximos partidos sea el jugador que la afición espera ver”.
En cuanto al partido dijo que se presentaba bastante difícil, “ya que Castellón viene jugando muy fuerte, pero había que sacar todo lo positivo posible, la lástima es que no hemos sacado al menos dos sets, pero lo hemos tenido cerca”.
No obstante, significó que ya hay que pensar en el próximo encuentro, pero sobre todo “ahora es cuando hay que resurgir con todo, principalmente con corazón y garra”.
“Cuando un equipo está en una situación así de difícil, hay que tener la cabeza más fría, pero es más difícil pensar. En estas situaciones tan tensas, en la que te estás jugando un descenso… Igual si estás en mitad de la tabla, este partido no hubiera sido igual, pero yo creo que el equipo, dentro de que se ha perdido, no ha jugado mal. Se podía haber jugado mejor, por supuesto, pero confío que los dos próximos partidos se resuelvan con dos resultados positivos para nosotros”, resaltó Noé de Mena sobre la situación tan delicada del Club Voleibol Melilla.
Para finalizar, indicó que su fichaje por el conjunto melillense se resolvió en cuestión de horas, ya que es un club al que le tiene mucho cariño. “Las negociaciones han sido muy rápidas, ya sabéis que Melilla la siento como mi casa y la llevo en el corazón. El entrenador Salim Abdelkader me pidió ayuda, si se puede decir de alguna forma, y le contesté que sí, no hizo falta mucho más”.