El pasado domingo llegó a Melilla una nueva patera con mujeres y niños procedente de las Islas Chafarinas, la tercera que llega a Melilla en las últimas semanas. Una vez más, los inmigrantes fueron rescatados por los servicios de Salvamento Marítimo tras recibir un aviso y fueron atendidos al llegar a nuestra ciudad. Una vez más también, un grupo de desalmados había abandonado en alta mar, a su suerte, a un grupo de personas, que tuvo la suerte de ser localizado y salvado.
Todo indica que las mafias que trafican con seres humanos para introducirlos en Europa han encontrado una nueva ruta, en este caso desde Chafarinas a nuestra ciudad.
Como sociedad solidaria tenemos la obligación de atender a estas personas, desesperadas por llegar a nuestro país y que no dudan en jugarse el tipo por alcanzar su objetivo. Pero también, como sociedad responsable debemos ser implacables con las organizaciones criminales que han montado un lucrativo negocio a costa de la necesidad de los inmigrantes. Se calcula que, al menos, cobran 1.000 euros a cada uno de los pasajeros de una patera.
Desde el Gobierno central deben empezar a tomarse más en serio la situación que se está viviendo en el Mediterráneo con la proliferación de este tipo de mafias y muy especialmente con esta nueva ruta que parecen haber encontrado para introducir a mujeres y niños de manera irregular en Melilla.