La polémica muerte del reo melillense que falleció el 25 de febrero en la cárcel del Puerto de Santa María, ha llegado a oídos de CpM, ya que su máximo dirigente, Mustafa Aberchán, anunció ayer que solicitarán a Instituciones Penitenciarias que investigue el asunto, debido a que la familia del fallecido ha expresado durante los últimos días que dudan de la versión oficial de los hechos, y que indica que el afectado, Fuad Kaddur Tamin, murió por asfixia en un accidente con la puerta automática de su celda.
Además, el líder cepemista criticó duramente las últimas declaraciones del sindicato de funcionarios de prisiones, Acaip, desde donde afirman que la familia “está intentando sacar beneficio económicos de la desgracia”. Este hecho, sumado a las desconfianzas de los parientes de Kaddur, hizo que Aberchán apostara “por un investigación a manos de la justicia”.
En otro orden de cosas, el dirigente de CpM solicitó a la Ciudad Autónoma que se haga cargo de los gastos del entierro del fallecido, el cual se celebró el domingo al medio día, y cuya cuantía “no sobrepasa los 4.000 euros”.
“Hubiéramos preferido ser discretos en este asunto”, aseguró Aberchán, “pero cuando solicitamos la ayuda económica para la familia a la Consejería de Bienestar Social, nos demandaron demasiados trámites administrativos”.
Como tercera medida, el principal partido de la oposición melillense preguntará en el Congreso, y por mediación de Izquierda Unida, por qué no se le aplicó al reo el Tercer Grado, ya que su condena era de nueve años y había cumplido siete.
Sospechas de la familia
Los familiares del fallecido aseguran que Kaddur se encontraba amenazado de muerte por un funcionario de la penitenciaria, y que incluso había pedido protección al centro al temer por su vida. Según afirman, el cadáver presentaba hematomas por todo el cuerpo y tenía “los riñones destrozados”, además de un fuerte golpe en la cabeza, por lo que sostienen “que la asfixia no pudo ser producida por la puerta”.
Así pues, la polémica sobre el caso está servida, ya que la versiones de ambas partes son completamente contradictorias. Mientras la familia apunta que la vida de Kaddur estaba amenazada por un trabajador de la penitenciaria, el sindicato de este colectivo asegura que la familia ha realizado estas afirmaciones para sacar beneficio económico de la situación.